Ayer que vi las noticias sobre los pubertos camino del patíbulo selectivero (es como la noticia de los papa noeles en la playa, los niños abriendo los regalos o la familia que vuelve de vacaciones...) me he acordado de las notas. No de las buenas o de las malas, sino de los decimales. Soy de letras, y aunque hube de cumplir con los requisitos mínimos matemáticos durante mi periplo preuniversitario, mi carrera, la de Historia, es meramente de letras. Y en las carreras de letras, y que me perdone cualquier profesor que lea esto y sea usuario de la coma, no entiendo las notas fraccionadas. Respondemos con uno o varios textos que deben demostrar el conocimiento sobre la materia en cuestión. Es una visión medianamente objetiva valorada por un prisma que debe ser objetivo. Hay una garantía de mínimos, que se centra sobre todo en tener datos suficientes para evidenciar tu conocimiento y no meter la pata de una forma tan grave como para demostrar que lo tuyo es sólo memoria, y encima parcial e insuficiente. Y de ahí para arriba. Entonces, si se trata de saber si sabes o no, si entiendes el proceso poco, mucho o nada, ¿cómo es posible sacar un 4,75 en un examen de Historia (lo que sea)?¿si hubiera puesto el nombre de un ministro más hubiera llegado al 5? ¿si hubiera comentado algún aspecto personal del Conde duque de Olivares hubiera conseguido alguna decimilla extra?¿Cómo es la máquina calcula decimales?¿No sería lógico estandarizar para estas materias, y sobre todo desde la escuela, los cinco conceptos universales de valoración: insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente? Recuerdo que en selectividad a mí me tocó Aristóteles, y saqué un 9,5 y todavía me devano los sesos para saber dónde quedaron esos 0,5 que me separaron del 10 o incluso de dónde salió ese 0,5 que me impulsó por encima del 9. ¿Me olvidaría de la Táxis?¿de las artes no imitativas?¿de la virtud? En fin, habré de contratar a Iker Jimenez para resolver esta duda.
8 de junio de 2011
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3 comentarios:
Pues a mí, en una prueba que no sé si ya existe, el comentario de texto -que iba sobre el tema de las relaciones paterno-filiales-, me cascaron un pedazo de 10. Lo cual, con el comentario tan hereje y subido de tono que hice, me sorprendió muchísimo. Eso, sí, el resto me hizo bajar notablemente la nota media.
Más abrazos.
Refugiarse en las matemáticas... una excusa como otra cualquiera ¿no?
Mientras aprobaras, valía...pero ¡el 4,5 era horrible, deprimente, ... ¿PORQUE YO?..
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