5 de enero de 2010

RARA AÑORANZA (y mi minuo de fama)

¿Cómo se puede echar de menos lo que nunca se tuvo y, lo que es mejor, nunca se quiso tener? Ya lo dijo el maestro Sabina, que aunque es más viejo y achacoso que yo, corre mucho más: no hay tristeza peor que añorar lo que nunca jamás sucedio. Lo mío es mucho más frugal y de la razón y los objetos que del corazón y las almas. El día 22 participé en el programa de radio Mornig 80, de M80. Había que contar una ocasión en la que hubieras tenido mucha suerte, a colación del sorteo navideño. Llamé, una operadora me pidió algunos detalles de lo que quería contar y me emplazó a más tarde. Me llamaron y me dijeron que si podía salir entonces en antena. Me puse nervioso, lo reconozco. He hablado en público muchas veces, por trabajo sobre todo, pero también por ocio, hasta hice un monólogo ante 300 personas, mi record personal, pero jamás había hablado en la radio. Estuve unos cinco minutos esperando y después, pum, conté mi historia, el día que vi por primera vez en mi vida a mi pareja. No os aburro, os dejo el link del audio:

Después me llamaron a la hora o así para decirme que además de la taza programa me había tocado una Wii. Vaya, que suerte, me dije, no quiero una Wii, pero me ha tocado a mí, el tipo que nunca tiene suerte (los escritores somos muy de estos autodramatismos). Así que se lo fui contando a todo el mundo, que si me habían escuchado (nadie) que me había tocado (hala, que suerte) que se la iban a dejar los reyes a mi hijo mayor (uf, que miedo) El caso es que el paquetito no llegaba, y pasaba el tiempo, y el tiempo, hasta el año. Así que me decidí a llamar de nuevo a la radio. Me pasaron con un compañero, tan amable y simpático como María, quien me habían comentado el premio. Pues vaya, me dijo, contrariado, no recuerdo que hubiera ninguna promoción de consolas...¿No?¿no me ha tocado nada? Sí, sí, claro que sí, pero es un juego, no una consola. Se me cayó el alma a los pies. No quiero cacharros de esos en casa, estamos intentando retrasarlos todo lo posible (el dique está cerca de ceder, es cuestión de meses, sino de días ¡ o de horas !) pero era mía ¡ sin haber sido jamás mía !. Que cosa más absurda, había perdido algo que no había tenido y eso me generaba una sensanción infantil y absurda de orfandaz. En fin, fue mi minutillo de gloria y ha dado para una artículo para el blog, así que creo que he salido ganando.

2 comentarios:

dafne dijo...

Jo Larreyyyyyyyy con la emoción te has comido la T...jejejejej


besos suertudo!!

Jésvel dijo...

Entonces ¿qué es la wii esa que te había tocado?