19 de febrero de 2007

NO VOTAR


Cuando el ciudadano honrado siente la llamada a las urnas, no votar es como una falta de respeto. No hablo de aquellos que acuden con su carné de partido, fieles a la cita, sino aquellos que en realidad votan a la democracia. Hubo personas que fueron a la cárcel e incluso que murieron para que yo pudiera ir a votar, solo por ellos tengo que ir, aunque lo que entregue sea un sobre en blanco. Ese era mi principio. Ahora, pensando en el resultado del referdum sobre el estatuto de andalucía, me surgen algunas preguntas. ¿Y si no ir a votar fuera realmente un acto consciente y un reflejo del sentir político de la ciudadanía?. No desidia, sino una acción meditada. La acción de la no acción. Si leemos en la prensa el resultado de las urnas andaluzas tenemos dos formas de entender la realidad: casi nueve de cada diez andaluces dijeron sí al estatuto. O, por el contrario, sólo tres de cada diez andaluces acudió a apoyar el estatuto. Yo incluiría una tercera, siete de cada diez andalucés no acudió a las urnas. Sabemos que es carnaval, que a la gente realmente solo le interesan los partidos de la champions, y esto del estatuto es como una eliminatoria de copa contra un segunda. Sí, todo lo que quieran, pero siete andaluces se quedaron en la cama, o pasearon por las cercanías de los colegios sin pasar a ejercer su derecho (¿deber?) a voto.

¿Y si pensáramos en ello como una herramienta de presión, como un toque de atención, para nuestra clase política?. Ya hemos pagado el peaje de la transición, ya hemos madurado como ciudadanos. Yo voto por no votar en las próximas elecciones. Que ocurra como en el estatuto andaluz y que los políticos, de puertas para adentro y de puertas para fuera en las reuniones internacionales, tengan que dar explicaciones de por qué solo un diez por cierto, por ejemplo, de los ciudadanos votó en las elecciones. Sería, como el botón rojo, una solución siempre extrema, para casos de máxima desidia. ¿Por qué no ahora?, ¿por qué no por una vez?. Sabemos el resultado, si esto prosperara, porque sabemos quienes jamás gozarían de la suficiente capacidad crítica como para rendir su voluntad. A mi, personalmente, no me importaría, porque sería un triunfo de los ciudadanos, que de forma consciente y organizada, habrían encontrado una herramienta para explicarle a sus políticos, a todos, que no están contentos, que están cansados de sus partidismos, de sus guerras, de sus malversaciones, de sus insultos estudiados, de su falsa enemistad. Sería como una pañolada contra el palco en un estadio cansado del endiosamiento de sus estrellas. Sería una papeletada contra los políticos. A mi la idea me seduce, ¿y a tí?

3 comentarios:

Caminante dijo...

Me lo tengo que pensar, siempre he sido reacia al abtencionismo, pero ... la vida es cambio, se lo he oido hasta al Zapatero.
¡Ya veremos! ¡ya decidiremos!
Buen día PAQUITA

Anónimo dijo...

los del PP seguro que van todos, así que vosotros mismos si se lo quereis poner en bandeja

Anónimo dijo...

ahí está la duda, amigo, ahí está la duda.