Volviendo a mi guitarra. Ayer cumplí treinta y cinco años y me regalaron una fabulosa guitarra. Tiene un sonido maravilloso y buena parte de él será del cariño con el que me la han regalado. Pero mi amigo Nono me dijo, tío ¿vas a tirar la otra guitarra?, eso no puede ser, si te la llevas a algún lugar hay que hacerle un homenaje como se merece. Y me di cuenta de que sí, que mi vieja guitarra tiene miles y miles de horas de juergas. Con ella hice mis primeros poemas de amor, compuse mis primeras canciones de adolescente, aprendí a tocarla mientras otros la hacían sonar. Decenas han sido las manos que la han martirizado y también las que la han hecho sonar. A cantado a Sabina, a Serrat, a los Beatles, a Loquillo, blues, jazz y todo el flamenquillo que se preciara. Ha estado en el sur, ha subido al norte, ha descansado en la arena de la playa, ha visto atardecer a miles de metros de altitud, la eché de menos los nueve meses de la mili como una segunda novia, me ha servido de almohada, de escudo para las decepciones, de altavoz para mis amores y mis alegrías. Y nunca se quejó, nunca dijo hoy no quiero sonar. Fiel estuvo conmigo, con nosotros, y 27 años son muchos, amiga. Si pudieras hablar tendrías tanto que contarnos...en fin, ¿qué te puedo decir?, simplemente gracias. Ayer me lo pidieron, así que ahí está, esta es nuestra forma de darte las gracias.
5 de noviembre de 2007
MI GUITARRA
Volviendo a mi guitarra. Ayer cumplí treinta y cinco años y me regalaron una fabulosa guitarra. Tiene un sonido maravilloso y buena parte de él será del cariño con el que me la han regalado. Pero mi amigo Nono me dijo, tío ¿vas a tirar la otra guitarra?, eso no puede ser, si te la llevas a algún lugar hay que hacerle un homenaje como se merece. Y me di cuenta de que sí, que mi vieja guitarra tiene miles y miles de horas de juergas. Con ella hice mis primeros poemas de amor, compuse mis primeras canciones de adolescente, aprendí a tocarla mientras otros la hacían sonar. Decenas han sido las manos que la han martirizado y también las que la han hecho sonar. A cantado a Sabina, a Serrat, a los Beatles, a Loquillo, blues, jazz y todo el flamenquillo que se preciara. Ha estado en el sur, ha subido al norte, ha descansado en la arena de la playa, ha visto atardecer a miles de metros de altitud, la eché de menos los nueve meses de la mili como una segunda novia, me ha servido de almohada, de escudo para las decepciones, de altavoz para mis amores y mis alegrías. Y nunca se quejó, nunca dijo hoy no quiero sonar. Fiel estuvo conmigo, con nosotros, y 27 años son muchos, amiga. Si pudieras hablar tendrías tanto que contarnos...en fin, ¿qué te puedo decir?, simplemente gracias. Ayer me lo pidieron, así que ahí está, esta es nuestra forma de darte las gracias.
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1 comentario:
¿Homenaje?, lo que habría que hacer es sobornarla, porque como le de por hablar...
DUDU
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