Estoy preocupado. Tengo muchas cosas en la cabeza, muchos asuntos que resolver y no quisiera tener que dedicarle tiempo a lo que no es necesario. Pero Mou (Mourinho, para los no futboleros) me tiene inquieto. Primero fueron los equipos que jugaban contra el Barsa, que como daban por perdido el partido le daban cancha a la chavalería. Después fueron los árbitros, que a una media de quince errores por partido estaban todos conspirando para alejar al Madrid de la estela del Barsa. Después fueron los periodistas, que se empeñaban en sacar las miserias no preguntando lo que él quería contestar. Y ahora es el comité o la federación (en alianza con el Santo Padre intuyo) quien, viendo que con todo esto no termina con el grandísimo trabajo del portugués, pues que anda puteándolo con los horarios y las fechas de los partidos. Esta paranoia, que en psicología tiene un nombre y que se trata, es la que me preocupa, porque terminadas las excusas me da la impresión de que si el Madrid sigue no ganando al final voy a terminar teniendo la culpa yo. Y Mou enfadado...
El caso es que este entrenador responde a un perfil de trabajador que es bastante común, una versión moderna de la eterna respuesta infantil del "yo no he sido" Son capaces de dedicar todas sus energías laborales a demostrar que no es culpable cuando algo falla. Cuando lo lógico, de todos es sabido, es lo primero, encontrar la solución al problema y después, si procede y es rentable, encontrar el culpable para que él identifique el error, lo asuma y lo racionalice a fin de evitar que se repita. Pero lo de sacar balones fuera y jamás aceptar un error, una culpa, es algo más común de lo que parece. Así que que el entorno del entrenador no se preocupe, no es grave y tampoco raro. Ahora, os lo juro, yo no he sido...
El caso es que este entrenador responde a un perfil de trabajador que es bastante común, una versión moderna de la eterna respuesta infantil del "yo no he sido" Son capaces de dedicar todas sus energías laborales a demostrar que no es culpable cuando algo falla. Cuando lo lógico, de todos es sabido, es lo primero, encontrar la solución al problema y después, si procede y es rentable, encontrar el culpable para que él identifique el error, lo asuma y lo racionalice a fin de evitar que se repita. Pero lo de sacar balones fuera y jamás aceptar un error, una culpa, es algo más común de lo que parece. Así que que el entorno del entrenador no se preocupe, no es grave y tampoco raro. Ahora, os lo juro, yo no he sido...