El rey FUT, del planeta BOLEROS andaba atónico ante el deporte que fascinaba a los terrícolas. Así que mandó analizar millones de crónicas deportivas a LA-MA, su mejor periodista, para que recabara información sobre las maravillas del fútbol. Presentó el siguiente informe:
El fútbol lo juegan once contra once, aunque hay un jugador llamado afición, que siempre juega con el 12 y que tiene el don de la ubicuidad, ya que está pluriempleado en casi todos los equipos. Se juega con un balón, al que todos odian, pues le dan patadas, lo que no me extraña, pues ese balón muchas veces está envenenado y termina, claro, dividido. Aunque no hay datos que lo confirmen, pero dicho balón ha de tener vida propia, pues muchas veces termina lamiendo el poste, lo que nos hace pensar que se alimenta de hierro. La portería es rectangular, pero en algunos casos hay un palo corto que no hemos logrado descubrir. También sabemos que hay un palo del portero, pero éste debe dejarlo en el campo, para que la portería no se caiga. De hecho no hemos logrado encontrar la puerta que ha de guardar el portero. Utilizan en algunas ocasiones utensilios de cocina invisibles, ya que lanzan el balón a una olla que no debe estar caliente, pues los jugadores esperan dentro y no se han detectado quemaduras en ninguno de ellos. En otras ocasiones utilizan también vehículos, igual de invisibles, porque por mucho que hemos mirado vídeos no hemos logrado encontrar el famoso autobús defensivo. Aunque no hay trenes debe haber carriles por los que circulan los carrileros, que deben transportar los ladrillos con los que se hacen las paredes y los caños y los muros defensivos. Gana quien logra meter más veces el balón dentro de la portería, pero algunas veces hay resultados parciales, como ganar la banda, que debe ser un título muy prestigioso. No hemos podido encontrar a ningún jugador, pese a todo, con dicha banda colgada, por lo que se deduce que ha de ser especialmente complejo ganarla. También se puede ganar la espalda, pero no sabemos si la de uno o varios jugadores, normalemnte defensas. Aunque parece que hay unos mejores que otros, todos los equipos son grandes, porque no hay rival pequeño...
En definitiva, sigue siendo un deporte que desconocemos por qué fascina. Seguiremos investigando, pero parece ser que todo se resume en una simple frase: furbol es furbol.