¿Cuánto durará? Mi hijo (mayor) me mira y no me ve fondón, entrado en años y en plena decadencia física. Mi hijo me ve y me dice que estoy cachuzas, y me pide que le saque la bola. Mi hijo piensa que soy capaz de arreglar cualquier cosa, dice que soy un arregla todo porque lo mismo cambio la rueda del coche que pongo un grifo. Mi hijo piensa que soy un gran cocinero porque las cenas son cosa mía y él no sabe todo lo que hay detrás. Mi hijo piensa que yo sí que sé vestir por ir casi siempre en camisetas de manga corta (¡ saca bola, papá, saca bola !) Mi hijo me ve dar dos toques al balón y piensa que el Madrid debía echar a Ronaldo y ficharme a mí. Mi hijo me ve jugar al tenis y se pregunta por qué no me gano la vida con la raqueta. Para mi hijo soy un héroe, el modelo a seguir. ¿Cuánto durará?¿cuándo pasaré a ser el capullo que le corta las alas? No lo sé, pero mientras tanto vamos a disfrutarlo ¿no?
30 de abril de 2010
29 de abril de 2010
POR UNA LETRA
La vida puede escurrirse por el vater por una sola letra, porque te puedes haber casado o haberla cagado, los habrá incluso que defiendan que son sinónimos, pero la cosa está entre una g y una ese. Y los ejemplos son muchos y muy inquietantes, porque ¿te amo o temo? ¿pido o pedo? Incluso algunas veces basta con cambiar una letra y ponerle un palito para que de miedo la diferencia: ¿eres satán o santa? O ponerle una hache, que no suena, y el significado puede cambiar muchísimo hasta en otros idiomas, ¿es casualidad que oh Bush suene tan parecido a obús? ¿Y si hay mensajes ocultos en esto de los parecidos? se me ocurre pensando en sexo ¿no será una abreviación de se eso? Quizá a la laca se le puso ese nombre porque te puede dejar los pelos como a una loca. En definitiva la cosa está en una letra, una mísera letra es la diferencia entre la muerte y la suerte...
MICROS
28 de abril de 2010
AL SOL
Cuando llega este momento del año siempre me acuerdo de la universidad. Desde que el astro rey empieza a ganarle la batalla al azul plomizo de las nubes y sus láminas doradas se esparcen generosas por la naturaleza, por el campo, por la ciudad, recuerdo las mañanas en el campus. Adoro esta época del año. Después nos acostumbramos al calor, al cielo azul intenso, a los días interminables, pero cada ciclo nuevo, cada latente primavera, tengo la misma sesanción de que el mundo sale del caparazón. Las niñas, deseosas de salir de sus ataudes de lino y algodón invernal, anhelan que el sol lama sus brazos, sus cuellos, sus piernas, y la ropa pierde vigor, vigencia, importancia. Es el reinado del escote, la minifalda y las camisetas de tirantes. Y nosotros, desbordados por la belleza y la luz, somos testigos de esta explosión de hermosura. Porque la naturaleza tiene su primavera con las rosas, pero los hombres tenemos la nuestra, con las rosas, las azucenas, las marías, las juanas, las inmas, las alicias, las anas, las susanas, las patricias...Adoro esta época del año. Benditas mujeres y su infinita belleza.
MICROS
27 de abril de 2010
LA MOTO DE H
Los que sois padres estoy seguro de que sabéis de que motos hablo con solo mencionar la marca, moltó hizo el negocio del siglo con este bendito artilugio. Es muy práctico para trabajar el equilibrio, para dar independencia en la marcha y para divertir a los niños con la sensación de libertad y el aire en el rostro con dos palmos de altura. Es verdad. Lo veo a diario, es una pasión tremenda por ella. Tiene ventajas como que antes de los dos años puedes olvidarte del carro para los paseos cortos, un poco de presión sobre los puntos conflictivos y el muchacho te acompaña a comprar el periódico sin cansarse demasiado. Eso me pasó a mí el domingo. Fuimos genial, esperándome en los pasos de cebra, siempre a una distancia prudencial de su padre y su hermano. Hasta que en un momento me despisté, durante dos segundos lo perdí de vista atendiendo alguna demanda de su hermano mayor. Cuando quise situarme y ver donde estaba la distancia era excesiva, el peligro estaba a menos tiempo que yo corriendo a por él, justo lo que hay que evitar a toda costa. Grité, llamé su atención para que se detuviera, pero estaba como hipnotizado, no hacía el menor caso a mis gritos. Salí corriendo muerto de miedo, si no corría con todas mis fuerzas no iba a poder evitar el desastre, corrí y corrí, ya sin gritar para ahorrar fuerzas. Di gracias a mi musculatura, a mis años de extremo incisivo y a mi sobre peso tolerable y logré alcanzarlo. Un segundo más y hubiera entrado en la iglesia.
MICROS
26 de abril de 2010
EL SUIZO
Fragmento de la novela (inconclusa) "Y ahora ¿qué?"
La habitación era pequeña y por el contrario a la suya, que compartía con una impresentable compañera de clase, estaba ordenada y limpia. Impensable en un español. Rogger se sentó en la cama y la atrajo hacia él. La abrazó con fuerza por la cintura. Candela acarició su pelo y se fue relajando. La ropa iba cayendo poco a poco, acompañada de los primeros besos y las primeras caricias. Certeras las de él, torpes y nerviosas las de Candela. Rogger tenía un cuerpo fibroso, quizá demasiado delgado para la vista, pero muy interesante al tacto, lleno de rincones musculados y misteriosos. Cuando estuvieron en ropa interior Rogger llevó la mano de Candela a los calzoncillos. Allí fue recibida por una imponente erección. Esto es por ti, dijo esta vez en inglés, all for you. Candela se dejó llevar, cogió la polla erecta con la mano, todavía sobre la tela de los slips y disfrutó de aquello como un triunfo. Mientras ella jugueteaba Rogger empezó a besar sus pechos, con pasión, amasándolos con las manos en movimientos intensos. Candela empezó a gemir. Le gustaba. Tener la polla y sentir los besos y las caricias de Rogger estaba siendo reveladoramente intenso. Rogger la tumbó sobre la cama y la desnudó al completo. Candela estaba muy excitada y reaccionaba con una naturalidad que en nada denotaba su inexperiencia. Le quitó los calzoncillos y continuó acariciando la polla mientras se dejaba besar y acariciar, tumbada en la cama. El calor de la polla y cierta humedad aumentó su excitación y sintió un ancestral y desconocido deseo de ser penetrada. Pero Rogger tampoco tenía demasiada prisa, no quería cometer error alguno. Además, para qué negarlo, el cuerpo de aquella adolescente gimiente era especialmente espectacular. Lo que mejor le hacía sentirse a Candela no era la excitación o la seguridad de Rogger en todo lo que hacía, sino la empatía que buscaba con ella en cada nuevo paso. Así le susurró algo sobre su coño antes de ponerse entre sus muslos. Ahí Candela tuvo un acceso de timidez repentino. No, no, eso no. Ahora sería incapaz de recordar si lo dijo en inglés o en castellano, pero guarda en la memoria esa sensación de sentirse más desnuda que nunca. Rogger, en lugar de ofuscarse o incluso enfadarse ante la negativa, se incorporó para tumbarse a su lado ¿Nunca lo has hecho? Candela respondía con negativas silenciosas. Rogger estaba encantado, le resultaba más excitante todavía ser el primero en conquistar. Lo entiendo. Sabía que requería de las mayores dosis de empatía para culminar su conquista. Vamos a hacer una cosa, yo voy a volver muy despacito y voy a hacerte feliz, si te sientes incómoda, si no te llevo a un lugar maravilloso del que no querrás volver, solo tienes que decírmelo. Ella asintió con el mismo silencio y se dejó llevar ¿cómo no hacerlo ante aquella sonrisa? Rogger se esforzó por ser tierno e inciso al mismo tiempo, considerado y valiente, atento a cualquier gesto, a cualquier movimiento que pudiera denotar algún disgusto en Candela. Y lo hizo bien, muy bien, porque Candela lo único que podía hacer era intentar recuperar la poca timidez que le quedara para esconder sus gemidos. Curiosamente, en aquel delirio, en aquel dejarse llevar, pensaba en la polla que había tenido en las manos y que por algún mecanismo misterioso de su cerebro y de su deseo, quería tener en la boca a toda costa. Así que arrancó a Rogger de entre sus piernas, que asustado la miró con esos inconfundibles ojos de ¿la he cagado? universales más allá de las diferencias lingüísticas. Se arrodilló entonces y se llevó la polla a la boca. Le gustó el sabor y la sensación cálida y húmeda que invadió su boca. Hizo algún movimiento torpe que generó un ¡ ay ¡ divertido del suizo, hasta que se hizo con la situación y comprendió en que partes una podía ser más y en cuales debía ser menos intensa. Solo tiempo después fue consciente de lo que significaba aquello, el sexo oral entre las niñas de su edad era un tabú, de hecho solo alguna que otra lanzada de mala fama había reconocido haberlo hecho, y siempre quedaba la duda de que fuera una fantasía para alimentar su mala reputación. A ella le encantó, no lo iba a reconocer jamás, y menos ante sus amigas, pero los segundos volaban mientras ella aprendía a besar el sexo de un hombre, un curso acelerado en el que se mostró como toda una alumna aventajada. Tan aventajada que de no haber sido por Rogger, que supo ponerle fin a tiempo, aquello hubiera terminado con un orgasmo. Fue el suizo quien con la misma ternura con la que lo hacía todo, la tumbó de nuevo en la cama, se puso el preservativo sin que ella tan siquiera se diera cuenta y entró con cierta facilidad. Candela quería disfrutar de todas las sensaciones. Era tan mítico eso de la virginidad que pensaba iba a ser algo explosivo, quizá unas puertas enorme abriéndose de par en par dejando paso a un torrente incontrolado, pero no podía concentrase en sus propias sensaciones, estaba excitada, sin más, incapaz de centrar sus sensaciones, solo se abrazaba a su amante y apretaba el cuerpo todo lo que podía. Rogger hacía los movimientos intensos y lentos. Ella invitaba con su pelvis a que hubiera más velocidad, necesitaba que sus cuerpos se cruzaran una y otra vez, una y otra vez. El orgasmo de Candela estaba peligrosamente cerca. No sabía qué iba a ocurrir si se corría antes que él, pero tampoco tuvo tiempo de pensar una estrategia, porque sumida en un desconcierto llegó a un silencioso clímax. Fue como si después de todo hubiera sentido vergüenza, al menos de llegar antes a la meta. El orgasmo había sido, pese a todo, largo e intenso, y Rogger, ajeno a aquel desenlace anticipado, seguía moviéndose y arqueaba el cuerpo. Llegó entonces la inesperada sorpresa, Candela volvió a excitarse inmediatamente terminado el arrebato del orgasmo, viéndolo arqueando el cuerpo, la musculatura sometida, las embestidas ahora sí brutales. El desconcierto fue todavía mayor cuando se dio cuenta de que iba a sentir un nuevo orgasmo. Entonces Rogger anunció el suyo y ambos se abrazaron fuerte, muy fuerte, y los cuerpos se convulsionaron varias veces y como si fueran piezas de una frágil construcción que se derrumba, se dejaron caer en la cama, jadeantes. Entonces Candela empezó a reír. Era, sin más, la felicidad desborda la que movilizaba sus músculos y su rostro hacia la carcajada. Rogger se abrazó a ella y le dijo algo en francés que aunque Candela no logró entender, la hizo sentir por un segundo la persona más especial y única sobre la faz de la tierra. Quizá el primero de los dos orgasmos había sido más intenso para Candela, pero el segundo tuvo algo de especial, como casi todo en aquella habitación del pequeño pueblo italiano. Era la primera vez de tantas cosas que en ese instante, que cuando fueron recogiendo la ropa, volviendo con desgana a la mundanal realidad, que Candela fue consciente de que aquel pequeño rincón del mundo sería para siempre un santuario en su memoria. Se abrazó a Rogger con fuerza. Ha sido mi primera vez, le confesó. Él no pareció sorprenderse y acarició su rostro con ternura. No te olvidará. Ni yo.
La habitación era pequeña y por el contrario a la suya, que compartía con una impresentable compañera de clase, estaba ordenada y limpia. Impensable en un español. Rogger se sentó en la cama y la atrajo hacia él. La abrazó con fuerza por la cintura. Candela acarició su pelo y se fue relajando. La ropa iba cayendo poco a poco, acompañada de los primeros besos y las primeras caricias. Certeras las de él, torpes y nerviosas las de Candela. Rogger tenía un cuerpo fibroso, quizá demasiado delgado para la vista, pero muy interesante al tacto, lleno de rincones musculados y misteriosos. Cuando estuvieron en ropa interior Rogger llevó la mano de Candela a los calzoncillos. Allí fue recibida por una imponente erección. Esto es por ti, dijo esta vez en inglés, all for you. Candela se dejó llevar, cogió la polla erecta con la mano, todavía sobre la tela de los slips y disfrutó de aquello como un triunfo. Mientras ella jugueteaba Rogger empezó a besar sus pechos, con pasión, amasándolos con las manos en movimientos intensos. Candela empezó a gemir. Le gustaba. Tener la polla y sentir los besos y las caricias de Rogger estaba siendo reveladoramente intenso. Rogger la tumbó sobre la cama y la desnudó al completo. Candela estaba muy excitada y reaccionaba con una naturalidad que en nada denotaba su inexperiencia. Le quitó los calzoncillos y continuó acariciando la polla mientras se dejaba besar y acariciar, tumbada en la cama. El calor de la polla y cierta humedad aumentó su excitación y sintió un ancestral y desconocido deseo de ser penetrada. Pero Rogger tampoco tenía demasiada prisa, no quería cometer error alguno. Además, para qué negarlo, el cuerpo de aquella adolescente gimiente era especialmente espectacular. Lo que mejor le hacía sentirse a Candela no era la excitación o la seguridad de Rogger en todo lo que hacía, sino la empatía que buscaba con ella en cada nuevo paso. Así le susurró algo sobre su coño antes de ponerse entre sus muslos. Ahí Candela tuvo un acceso de timidez repentino. No, no, eso no. Ahora sería incapaz de recordar si lo dijo en inglés o en castellano, pero guarda en la memoria esa sensación de sentirse más desnuda que nunca. Rogger, en lugar de ofuscarse o incluso enfadarse ante la negativa, se incorporó para tumbarse a su lado ¿Nunca lo has hecho? Candela respondía con negativas silenciosas. Rogger estaba encantado, le resultaba más excitante todavía ser el primero en conquistar. Lo entiendo. Sabía que requería de las mayores dosis de empatía para culminar su conquista. Vamos a hacer una cosa, yo voy a volver muy despacito y voy a hacerte feliz, si te sientes incómoda, si no te llevo a un lugar maravilloso del que no querrás volver, solo tienes que decírmelo. Ella asintió con el mismo silencio y se dejó llevar ¿cómo no hacerlo ante aquella sonrisa? Rogger se esforzó por ser tierno e inciso al mismo tiempo, considerado y valiente, atento a cualquier gesto, a cualquier movimiento que pudiera denotar algún disgusto en Candela. Y lo hizo bien, muy bien, porque Candela lo único que podía hacer era intentar recuperar la poca timidez que le quedara para esconder sus gemidos. Curiosamente, en aquel delirio, en aquel dejarse llevar, pensaba en la polla que había tenido en las manos y que por algún mecanismo misterioso de su cerebro y de su deseo, quería tener en la boca a toda costa. Así que arrancó a Rogger de entre sus piernas, que asustado la miró con esos inconfundibles ojos de ¿la he cagado? universales más allá de las diferencias lingüísticas. Se arrodilló entonces y se llevó la polla a la boca. Le gustó el sabor y la sensación cálida y húmeda que invadió su boca. Hizo algún movimiento torpe que generó un ¡ ay ¡ divertido del suizo, hasta que se hizo con la situación y comprendió en que partes una podía ser más y en cuales debía ser menos intensa. Solo tiempo después fue consciente de lo que significaba aquello, el sexo oral entre las niñas de su edad era un tabú, de hecho solo alguna que otra lanzada de mala fama había reconocido haberlo hecho, y siempre quedaba la duda de que fuera una fantasía para alimentar su mala reputación. A ella le encantó, no lo iba a reconocer jamás, y menos ante sus amigas, pero los segundos volaban mientras ella aprendía a besar el sexo de un hombre, un curso acelerado en el que se mostró como toda una alumna aventajada. Tan aventajada que de no haber sido por Rogger, que supo ponerle fin a tiempo, aquello hubiera terminado con un orgasmo. Fue el suizo quien con la misma ternura con la que lo hacía todo, la tumbó de nuevo en la cama, se puso el preservativo sin que ella tan siquiera se diera cuenta y entró con cierta facilidad. Candela quería disfrutar de todas las sensaciones. Era tan mítico eso de la virginidad que pensaba iba a ser algo explosivo, quizá unas puertas enorme abriéndose de par en par dejando paso a un torrente incontrolado, pero no podía concentrase en sus propias sensaciones, estaba excitada, sin más, incapaz de centrar sus sensaciones, solo se abrazaba a su amante y apretaba el cuerpo todo lo que podía. Rogger hacía los movimientos intensos y lentos. Ella invitaba con su pelvis a que hubiera más velocidad, necesitaba que sus cuerpos se cruzaran una y otra vez, una y otra vez. El orgasmo de Candela estaba peligrosamente cerca. No sabía qué iba a ocurrir si se corría antes que él, pero tampoco tuvo tiempo de pensar una estrategia, porque sumida en un desconcierto llegó a un silencioso clímax. Fue como si después de todo hubiera sentido vergüenza, al menos de llegar antes a la meta. El orgasmo había sido, pese a todo, largo e intenso, y Rogger, ajeno a aquel desenlace anticipado, seguía moviéndose y arqueaba el cuerpo. Llegó entonces la inesperada sorpresa, Candela volvió a excitarse inmediatamente terminado el arrebato del orgasmo, viéndolo arqueando el cuerpo, la musculatura sometida, las embestidas ahora sí brutales. El desconcierto fue todavía mayor cuando se dio cuenta de que iba a sentir un nuevo orgasmo. Entonces Rogger anunció el suyo y ambos se abrazaron fuerte, muy fuerte, y los cuerpos se convulsionaron varias veces y como si fueran piezas de una frágil construcción que se derrumba, se dejaron caer en la cama, jadeantes. Entonces Candela empezó a reír. Era, sin más, la felicidad desborda la que movilizaba sus músculos y su rostro hacia la carcajada. Rogger se abrazó a ella y le dijo algo en francés que aunque Candela no logró entender, la hizo sentir por un segundo la persona más especial y única sobre la faz de la tierra. Quizá el primero de los dos orgasmos había sido más intenso para Candela, pero el segundo tuvo algo de especial, como casi todo en aquella habitación del pequeño pueblo italiano. Era la primera vez de tantas cosas que en ese instante, que cuando fueron recogiendo la ropa, volviendo con desgana a la mundanal realidad, que Candela fue consciente de que aquel pequeño rincón del mundo sería para siempre un santuario en su memoria. Se abrazó a Rogger con fuerza. Ha sido mi primera vez, le confesó. Él no pareció sorprenderse y acarició su rostro con ternura. No te olvidará. Ni yo.
24 de abril de 2010
EL ÚLTIMO CONFÍN DE LA TORTURA
Nunca supo el porqué,
Las causas de que entrase en su morada
Lo mismo que un brutal antidisturbios
Tras dar varias patadas a la puerta.
El caso es que llegó para quedarse,
¡PUM, PUM!, a todas horas
Golpeando, lacerando,
Sin dejarlo dormir –¡estruendo estruendo!-,
Y una luz amarilla
Siempre fija en sus ojos
Que, sin párpados, pronto
Fueron un pozo ciego.
Jamás mostró su rostro, tras la máscara,
Jamás lo interrogó, dijo palabra;
Sabía de su inocencia, su ignorancia;
Tan sólo se afanaba en torturarlo,
Gozando en su sadismo sin clemencia.
Lo tuvo meses, años,
Atado a aquella silla,
Protervo disfrutando en su dolor;
Clavándole alfileres en las uñas,
Quebrándole los dientes, horadándolos,
Rasgándole a mordiscos lengua y labios,
Los sueños, los pezones, las vanas esperanzas;
Fijándole electrodos en el sexo
Y aullando de placer con las descargas
Eléctricas que hacían que se orinase
Encima mientras él eyaculaba
Temblando como un perro revolcándose,
Demente, en el deleite de esas aguas.
Con el tiempo, el dolor,
aún persistiendo,
Dejó de evidenciarse en sus quejidos;
E igual que había llegado él se marchó,
Dejándolo cubierto en mierda, en náuseas,
Sumido en las tinieblas.
Y, en las garras
De aquella soledad sin luz ni límites,
Llegó a añorar la hirsuta compañía
De aquel que, con encono, tanto tiempo,
Gozara con la hiel de su quebranto
Y luego abandonado lo dejase
Al último confín de la tortura.
23 de abril de 2010
¡ AMARILLO !
¡¡¡ Amarillo !!!, ¡¡¡ a la derecha !!! un Seat León a toda velocidad. Y me sorprendo, solito en el coche, con el brazo enhiesto, señalando al susodicho vehículo tintado de plátano chillón. Y me da por reír. Porque es una tensión con mi hijo mayor esto del juego de los coches amarillos, tanta que se me extrapola a momentos de no vigilia paterna. Es un juego que se inventó él y que sirve para hacer entretenidos los trayectos urbanos. Jugamos a ver quien encuentra más coches amarillos, su color favorito. Lo bueno es su capacidad para adaptar las normas a sus necesidades, si la grúa la encuentra él, las grúas valen doble, pero si la encuentro yo no valen porque están paradas. Y no me dejo apenas ganar, entre otras cosas porque para seguirle el ritmo, que parece que tiene mirada telescópica, tengo que esforzarme bastante. Y, como el surfero buscando la gran ola, nosotros estamos buscando el gran amarillo, y el día que lo encontremos, de verdad que nos vamos a emocionar. El gran amarillo será un camión amarillo transportando coches amarillos. Si lo ves, no te olvides de hacer una foto y colgarla. Todavía no hemos estipulado cuantos puntos valdrá, pero seguro que ganas la partida.
22 de abril de 2010
¿VELO SÍ, VELO NO?
Me parece bien que un instituto decida prohibir la utilización de cualquier prenda que cubra la cabeza. Ya sean pañuelos, religiosos o no, gorras, gorros o sucedáneos. El aula es un lugar en el que se debe favorecer la atención del alumno y el respeto. Me parece bien, de igual modo, que haya otros cuantos que no hagan dicha prohibición. Porque el aula es un lugar de...Solo tengo una pregunta, si una niña operada de cáncer entra en clase con un pañuelo que cubre su cabeza sin pelo ¿el primero de los institutos la obligaría a evidenciar su mal momento mostrando a todos su calvicie involuntaria? Quizá ahí esté la clave, no en las normas, sino en la aplicación de las mismas. Aunque solo sea por no dar herramientas a los de siempre para hacer de una china una piedra, y si la piedra es extranjera, pues ya se sabe, la piedra más grande la historia de la democracia. Lo que tengo claro es que si alguien ha de quitarse el velo en un aula sólo por ser un símbolo religioso habría que empezar por meter mano a tanto crucifijo colgante y a no pocas cadenas coronadas por los dos palos cruzados. Por último, a la luz de las pegatinas que han aparecido en el instituto en cuestión, ¿no hay nadie de Democracia Nacional que se haya dado cuenta de que stop es una palabra extranjera? ¡ sacrilegio al castellano ! ¡ invasión a la santa lengua de Don Quijote ! Para reírse si n diera miedo.
21 de abril de 2010
PIPIPÍ, PIPIPÍ
Ha sonado el despertador y he pegado un bote al grito de ¡ de puta madre ! Me he levantado contento. Y no es que fuera domingo y hubiera olvidado apagar el despertador y pensara en un par de horitas más entre las sábanas. No, era miércoles y sonaba, cuan soldado bien mandado, a su hora prevista, seis y media de la mañana. Me ha sorprendido dormido y, aunque a ti esto te sorprenda, me ha gustado. Sentir que es el despertador el que cumple su función y se adentra en las profundidades del sueño para reclamarme al mundo real es una buena noticia. No recuerdo la última vez que ocurrió esto. Mi dormir es liviano, por no decir que me acuesto sobre papel de fumar, así que lo dicho, ni recuerdo la última vez que cuando sonó el despertador no llevara ya minutos mirando y mirando lo que me quedaba para empezar la jornada. Encima esta noche ninguno de mis pequeños ha tenido kakaaguapismiedohambresedofrío, así que desde que concilié el sueño, cercano a la una de la madrugada, hasta el bendito pipipí del despertador he dormido de un tirón. Y eso os puedo decir cuanto tiempo hace que no ocurre con un margen de error del 99%: desde la noche del 31 de octubre de 2004. En fin, que estoy más contento con mis cinco horas y media ! del tirón ¡
MICROS
20 de abril de 2010
EL YOGUR CADUCADO
¿Hay algo más triste que la soledad de un yogur caducado? Si la humanidad fuera tan precavida con sus relaciones sexuales como con la caducidad de los yogures el sida no hubiera existido. Lo de que un producto va a caducar me inquieta, y el paradigma son los yogures. Porque la caducidad va por días, es decir, ¿a las 23:59 está caducado o caducará justo a las 00:01? ¿y si el que puso la fecha andaba despistado con el calendario?¿y si tu reloj va dos minutos atrasado y ya ha caducado sin que lo sepas? Ya me imagino al Capitán Descomposición, atrapado en el yogur, serenando a sus huestes de putrefacción, tranquilo, soldado, falta un minuto, en un minuto este yogur estará caducado y entonces lo vamos a dejar que no lo va a reconocer ni la puta vaca que lo parió. No me digáis que no es una tensión, coño, espera cariño, ahora no puedo cambiar de canar. que voy a comerme el yogur que en doce segundos caduca. Y esa es otra, que si te demoras un poco comiéndolo, si eres de los remolones, pues lo mismo empiezas en fecha y las últimas cucharadas ya están caducadas ¿y si te caduca en el estómago?¿será capaz el Capitán Descomposición de reunificar a sus soldados y provocar la gran cagada? En fin, cuanta tensión, y a todo esto ¿qué hora es? que tengo un yogur a puntito de...
MICROS
19 de abril de 2010
LOS ESPÁRRAGOS
¡ No, no comas espárragos! Le cortó su mujer el gesto de acercar el tenedor al fruto alargado y verde. Él la miró sinceramente molesto. No le gusta que intente imponerse en sus gustos, que le diga lo que tiene que ponerse, hacer o dejar de hacer. Y con esto del régimen, que qué bien te va a venir perder unos kilitos, cariño, mucho más. Su tendencia a evitar el conflicto, y más en público, le hizo dejar el tenedor. Y se le quitó el hambre. Estuvo silencioso y distante todo el evento. Y en casa más de lo mismo. Pero la frenética actividad de un domingo, la antesala de una nueva semana laboral, hizo que su mujer ni se percatara. Y así llegaron a la cama, donde leyeron como de costumbre hasta que les pudo el sueño. Bueno, cariño, le dijo, vamos a dormir, que mañana tengo un día largo. Se besaron con sincera ternura y apagaron las luces. En el silencio que precede al sueño ella se deslizó a su lado, en lo que él imaginaba un último gesto de cariño hasta que Morfeo iniciara su reinado. Pero no. Su mujer tenía otros planes. Después de abrazarse a él con fuerza le metió la mano por los pantalones y le acarició el culo, clavando sus dedos con fuerza, como a él le gusta. La invitación estaba clara y él la aceptaba. Se dio la vuelta y la besó con fuerza, metiendo la lengua juguetona. Pero una vez más su mujer tenía otros planes. No dejó que comenzara a desnudarla, se metió por entre las sábanas, se colocó frente a él, entre sus piernas, y le bajó los pantalones del pijama, que remolones se quedaron un instante jugando con la erección. Enciende la luz, le pidió, quiero que me veas. Él, una vez más, obedeció, más encantado que nunca. Ella observó la polla dura, erecta como un mástil, y la sintió como una victoria. La acarició con ternura, se acomodó de rodillas frente a ella y empezó a besarla. Primero bajó la piel hasta abajo, en un movimiento lento que sacó de su marido el primero gemido. La dejó abajo, apretando con fuerza los cinco dedos. Con la lengua fue recorriendo el contorno, las inmediaciones, prestando especial atención a los genitales, a los que les regaló unos estudiados mordiscos que fueron recibidos con una nueva batería de gemidos. Después utilizó la lengua como lubricante, pasándola por toda la superficie, bien extendida, de abajo a arriba. Cuando la tenía bien húmeda se la metió en la boca. Lentamente, dejando que toda ella invadiera sus sentidos con su olor y con su sabor. Entraba y salía, mecida por sus manos y acompañada por los profundos y entregados gemidos de su marido, con tremenda facilidad. Y mientras lo hacía la lengua jugueteaba con esos puntos concretos que solo ella conocía. El orgasmo no tardó en llegar. Ninguno tenía intención de demorar el juego, así que él hizo un gesto muy claro con las manos, intentando elevar el rostro de su mujer, y gimió algo así como me voy a correr. Ella, sin dejar el juego, lo miró a los ojos y siguió con la polla dentro y fuera, en movimientos profundos y lentos, muy lentos, demorando el contacto con su boca. Él se agarró a las sábanas, comenzó a arquear el cuerpo y sintió el profundo y profuso orgasmo que llenó la boca de su mujer, que sin cesar el ritmo lo fue recibiendo y haciéndolo partícipe del juego se lo fue tragando. Hubo algunos movimientos más que la ayudaron a dejar la zona limpia de rastros del evento y después escaló el cuerpo de su marido, risueña y divertida, le dio un largo beso y se dejó caer, quedándose inmediatamente dormida. Él, una vez recuperado de la sorpresa y el aliento, se tapó con la sábana y se quedó también dormido.
Ya a la mañana siguiente, en el trabajo, revisó los emails en el comienzo de la rutina laboral. Iba desestimando todos para un momento mejor hasta que se topó con uno de su mujer con su sencillo asunto: espárragos. Lo abrió sorprendido de ver un simple link. Hasta que al hacer clic leyó parte de él: los espárragos, entre los alimentos que más influyen, y negativamente, en el sabor del semen…
Ya a la mañana siguiente, en el trabajo, revisó los emails en el comienzo de la rutina laboral. Iba desestimando todos para un momento mejor hasta que se topó con uno de su mujer con su sencillo asunto: espárragos. Lo abrió sorprendido de ver un simple link. Hasta que al hacer clic leyó parte de él: los espárragos, entre los alimentos que más influyen, y negativamente, en el sabor del semen…
18 de abril de 2010
17 de abril de 2010
TEMO ACERCARME A TI
Temo acerarme a ti.
Tan turbio es este miedo que, salobre,
Se agolpa sin efugio tras el párpado,
Que ciego y conturbado no vislumbro
Los caminos.
Temo acercarme a ti,
Contemplarme en tu límpida mirada
Hallando sólo sombras, la evidencia
De ser sólo un extraño,
Estrago requebrado en tu presencia,
Indescifrable, ausente.
Temo acercarme a ti;
Le temo a derrumbarme si te alcanzo
Hiriéndote la piel con cada esquirla
De ruinas como escarcha desplomada
Que crecen como náusea en mi impotencia.
Temo acercarme a ti,
Quebrar tu corazón con la incorpórea
E inmensa oscuridad de mi reflejo
Vertiendo en estallido sobre el mundo
Mezclado a tus latidos mi veneno.
Quiero acercarme a ti;
Con mi alma desalmada y sin cobijo
Lo requiero.
Pero me falla el ánimo y, perdido,
Me siento herido, exhausto,
Desamparado, roto,
Rendido y sin resquicios
Frente a la hostil, la hirsuta muchedumbre.
Y tengo
Miedo,
Mucho, mucho
Miedo.
Y me alejas,
Te alejo,
Y te alejas,
Me alejo,
Lejos,
Lejos,
A cada instante
Más y más y más
Horizonte.
16 de abril de 2010
¿DON CAMISI?
¿Alguien conoce al Señor Don Camisi? Yo recuerdo haberlo buscado en la adolescencia. ¿Y a Mayte Chumía? porque mi padre nos cantaban una tristísima canción en los viajes, que a mí me hacía llorar, protagonizada por la desdichada Mayte Chumía y un emigrante, con lo que a mí me acongojaban las historias de emigrantes. Pero claro, el que más miedo me daba era el tal Coplán del que hablaban los jevilongos de Barón Rojo. ¿Ese? ese tenía que ser la releche, que era amigo de Satán y menos conocido, así que yo me lo imaginaba, al estilo del Señor Lobo (Pulp Fiction) limpiando los trapos sucios de su satánico señor.
Y es que así era yo con las canciones. La primera era de un tal FR David, y aunque dijera words, don´t came easy yo entendía que iba en la búsqueda de un tal Don Camisi, que me imaginaba italiano y ¿por qué no? un amor platónico del cantante. La canción de mi padre no era más que un posesivo cariñoso, pues se trataba de Maitechu mía, pero claro, a mí me sonaba mucho más personal, y de mi barrio si me apuras, Maite Chumía, que perfectamente podía ser una compañera del colegio. Y por último el amigo de Satán, que menos mal que ya escuchaba las canciones heavys con algo más de edad y muy cercano a la apostatía nominal, porque sino ¿quién iba a poder dormir sabiendo que el mismísimo Satán tenía una amigo, un tal Coplán, más peligroso que él? Porque por mucho que Jose Luis (cantante) se empeñara en hablar del satánico plan yo no dejaba de pensar en el misterioso dúo Satán y Coplán.
En fin, que era una costumbre mía reeinterpretar las canciones, y aun lo sigue siendo, porque esto sigue siendo never in the story (neverending story)
En fin, que era una costumbre mía reeinterpretar las canciones, y aun lo sigue siendo, porque esto sigue siendo never in the story (neverending story)
Aquí os dejo las cuatro canciones para vuestro disfrute: Satán y Coplán, Never in the history, Maite Chumía y Don Camisi.
15 de abril de 2010
ATROPELLOS
Sólo en Madrid hay más de 2.000 atropellos al año. Se dice pronto, pero eso son más de 5 al día. No pocos terminan con la muerte del atropellado o con secuelas muy graves. Una compañera de trabajo acaba de sufrir uno de estos accidentes. Cruzando con su madre y su hija por un paso de cebra fue literalmente arrollada por un vehículo despistado. Por suerte, como ella mismo reconoce, ella se llevó la peor parte. Ahora esperan algunos meses de dolores y rehabilitación.
La presencia de su hija en el accidente me ha recordado algunas precauciones que debemos extremar como padres:
La presencia de su hija en el accidente me ha recordado algunas precauciones que debemos extremar como padres:
- Jamás debe un carro de bebé iniciar la incorporación al paso de cebra. Debe estar siempre detrás de nosotros.
- Debemos tener la certeza de que el vehículo va a pasar. Nuestra movilidad con carro o niños de la mano es muy reducida. Nuestra capacidad de reacción muy limitada.
- Si el paso de cebra cruza varios carriles tener las mismas precauciones para abordar el segundo, y cerciorarnos de que el vehículo se detiene igualmente.
- Ser siempre nosotros la parte más débil, ofrecer siempre nuestro cuerpo como parapeto de nuestros hijos, puede salvarles la vida.
Prudencia, amigo peatón, de ello depende nuestra vida y la felicidad de los tuyos.
14 de abril de 2010
EMPEZAMOS
Pues sí, aquí están. Todavía calentitas, todavía con la cadencia de la tecla bajo sus trazos, las primeras palabras de mi nueva novela "Y ahora ¿qué?"
Los 290 c.v. rugen con violencia. El caucho responde a la orden, y el mastodonte, elegante y exclusivo, enfila la Castellana con la prestancia de quien se sabe único. Mikel, oculto tras los cristales tintados, aprieta los dientes. Coge con fuerza el volante. La nariz ha dejado de sangrarle, pero un gusto reseco en forma de costra se ha quedado como perenne recuerdo de lo ocurrido. Candela aprieta los pies contra el suelo. Está acostumbrada a llevar el control y ahora ni siquiera lleva los zapatos. De hecho no sabe dónde los tiene. Mira y no reconoce al hombre del que se enamoró hace más de quince años. Donde antes había arrogancia e ilusión ahora no es capaz de intuir más que rencor y desidia. La melena retraída por exigencias del guión no es más que una metáfora triste de la escena. Un nuevo semáforo obliga al Cayenne a detenerse. Parece fastidiado, como si las normas de la circulación no fueran con su burdeos metalizado. Bajo la luz roja parecieran encajar más con el devenir pausado de la ciudad. Pero es sólo una ilusión, antes de que el verde le robe protagonismo al carmín represor, Mikel aprieta de nuevo el acelerador. Candela cierra los ojos.
13 de abril de 2010
¿Y AHORA QUÉ?
Hacía más de un lustro que no me sentía así. Es como un torrente que lo invade todo. Por momentos es como el hilo musical del dentista, que está ahí, lo sabes, pero que te permite seguir con tus cosas. Y otras es como un concierto del mismísimo Angus Young que te obliga a dejarlo todo y mover la cabeza como un loco. Ella se llama Candela (aunque no es seguro). Él se llama Mikel (seguro). Ella ronda los cuarenta bien cuidados y a él los treinta y muchos no le están sentando nada bien. Candela es directora general de una multinacional, una mujer de su tiempo, hecha a sí misma, muy segura. Él fue un estudiante de FP, inteligente, oportunista y muy listo. Se besaron por primera vez en una fiesta de la empresa, hará camino de 20 años, cuando él era el atractivo jefe de almacén y ella la prometedora jefa de créditos. Han pasado momentos buenos y malos, algunos especialmente duros, pero hoy enfilan, en una fría noche de invierno, La Castellana sabiendo que nada volverá a ser igual...Sí, son los protagonistas de mi nueva novela(¿Y ahora qué?). Hace más de seis años que terminé Gigoló y, por primera vez siento, como antaño, que la novela, sus personajes, su sinopsis, su cronología, está tomando el mando e invadiéndolo todo. Y cuando ocurría esto tenía que rendirme ante la evidencia y dejarme llevar. Entonces no era padre, ni trabajador ejemplar, espero que la rutina, esta vez, sea incapaz de secar el torrente creativo...
MICROS
12 de abril de 2010
LA PROFESORA DE SPININNG
Digamos que a él le tocó la lotería de la genética. Lo del gimnasio es más por rutina y sobre todo por las mujeres. Como el spininng. No es que lo de la bicicleta le emocione, sino que pensó que en la clase encontraría nuevas posibles conquistas. Lo que no esperaba era la sorpresa de la profesora, una mujer imponente, alta, de interminables piernas, melena rubia recogida, ojos claros, tez morena y un irresistible acento argentino. Quizá los pechos demasiado pequeños, pero ¿quién necesita la perfección? No lo dudó, puso en marcha todo el armamento pesado desde el primer día. Era una presa compleja, así que requería de un plan a largo plazo. Primeras sonrisas, preguntas fingidamente inocentes sobre la bicicleta, horarios, posibilidades, lo que fuera para ganar segundos de intimidad. Y hacerla reír. Vital en su modus operandi. El primer día supo su nombre. En un mes sus horarios. En dos ya se habían tomado la primera cerveza al salir del gimnasio. En tres llegó la primera cena. Un lugar íntimo, donde ya lo conocen y saben cómo tratarlo para facilitar las cosas. Después la llevó a casa. Quizá pudiera haber arriesgado, pero no lo hizo. La besó tiernamente a modo de despedida y dijo te perdono la copa de esta noche en tu casa si me invitas tú a cenar la próxima vez. Y así ha sido. La copa de vino todavía sin estrenar, apenas un aperitivo, una cerveza y sus cuerpos se fundieron en un largo y tenso beso. Ella se dejó llevar desde el primer momento, como si hasta ahora se hubiera esforzando y se rindiera por fin a la evidencia. Y él ha estado encantado. Ha sabido como desnundarla sin que pareciera que lo hacía, entre besos, mordiscos y gemidos. Antes de que pudiera darse cuenta yacía entregada en la cama. Ahora, con la cabeza entre sus piernas, con la lengua juguetona entre los labios, con dos dedos arqueados y sabios dentro de su cuerpo, se siente pleno y victorioso, y hay algo de narcisismo en la enorme erección que acompaña el juego oral. Cuando estima que la excitación de la profesora es suficiente se incorpora, desde los pies de la cama y la observa en toda su belleza. No puede negar que su última conquista tiene un cuerpo espectacular, que gimiente y sudoroso le parece todavía más cercano a la perfección. Se enfunda la polla en un preservativo y la penetra con delicadeza. Entonces ella levanta la cabeza para dejarla caer de nuevo, los ojos cerrados presos de un incontrolable placer. Se mueve con intensidad, entrando con fuerza y saliendo con la misma tensión. Apoya los pies de la profesora en su cadera para que las piernas se abran en un perfecto arco y comienza a acariciarle el clítoris con el dedo mientras que la penetra siempre despacio y profundo, muy profundo. Progresivamente va aumentando la velocidad, de las embestidas y del dedo. Siente como la profesora entra en el juego arqueando el cuerpo, buscando la penetración y marcándole el ritmo. Ve como tensa las abdominales, como levanta la cabeza, como lo mira a los ojos, entregada, sumisa al placer, ve como le tiembla ligeramente la barbilla, tal vez un párpado, como se aferra a las sábanas con fuerza y como se deja caer de nuevo. Entonces saca la polla, la libera del preservativo y comienza a masturbarse sobre el cuerpo de ella, todavía jadeante, sobrepasada por el placer intenso que acaba de sentir. En apenas unos segundos siente un intenso orgasmo que se esparce por la cintura, las caderas y los muslos. Ella apenas si se percata, porque sigue completamente fuera de sí misma, como si el orgasmo la hubiera trasladado muy lejos y no fuera capaz de volver. Observa su obra una vez más, la perfección tumbada, manchada por su placer. Y se deja caer a su lado. Espera a que se duerma, mientras la besa con ternura y acaricia su pelo entre susurros. Después, en el sigiloso baile de la victoria recoge su ropa y se marcha sin mirar atrás. Cuando cierra la puerta comprende que el spininng ha dejado de interesarle definitivamente.
10 de abril de 2010
RECETA PARA SER HOY DÍA POETA
Receta para ser hoy día poeta:
Ni métrica ni rima ni soneto,
Que el verso en ningún modo comprometa
Y nunca hablar de amor –ya está obsoleto-.
Procura ser sumiso, marioneta
En manos del poder, sólo un panfleto;
Y abusa del mal gusto: coños, teta,
Mamada y polla en verso; ¡es el secreto!
Mas no todo consiste en ser falsario
O usar jerga soez de alcantarilla;
También en todo punto es necesario
Ser diestro en colocar la zancadilla
A amigo, camarada o adversario,
O en darle un buen codazo, ¡ay, mi costilla!
Terra em Transe
Voy a un cineclub una vez al mes. Tienen un ciclo bastate ambicioso, se trata de explicar un país a través de una pelicula. La semana pasada les tocó explicarse a sí mismos y proyectaron: Terra em Transe.
La peli está bien. Es en blanco y negro y tiene un sonido pésimo. Fue estrenada en 1967, dos años antes los militares se habían hecho con el poder, pero aún mantanían las formas. (Es decir, no fusilaron a todos los diputados, solo a aquellos que daban problemas, y el Congreso siguió funcionando.)
Cuando terminó la peli comenzó la charla. Fue decepcionante. Las mismas personas que semanas antes habían explicado Alemania con "El gabinete del Doctor Caligari" parecían desbodados ante la terea de explicar Brasil.
Basicamente se reminieron al libro del "todologo" Darcy Ribeiro "O POVO BRASILEIRO" y su teoría de transmutacion de la razas. Esto es: el blanco europeo, ei indigena y el negro exclavo africano se mezclan en Brasil y dan lugar a un cuarto tipo de raza. Las tres culturan anterioes no solo son completamente diferentes sino que ni siquiera comparten un solo dios verdadero, como pasó en la Península Ibérica con cristianos, judíos y musulmanes.
¿Qué pelícila eligiríais para explicar a España?
El vergugo, de Berlanga?
La vía láctea, de Buñuel?
La peli está bien. Es en blanco y negro y tiene un sonido pésimo. Fue estrenada en 1967, dos años antes los militares se habían hecho con el poder, pero aún mantanían las formas. (Es decir, no fusilaron a todos los diputados, solo a aquellos que daban problemas, y el Congreso siguió funcionando.)
Cuando terminó la peli comenzó la charla. Fue decepcionante. Las mismas personas que semanas antes habían explicado Alemania con "El gabinete del Doctor Caligari" parecían desbodados ante la terea de explicar Brasil.
Basicamente se reminieron al libro del "todologo" Darcy Ribeiro "O POVO BRASILEIRO" y su teoría de transmutacion de la razas. Esto es: el blanco europeo, ei indigena y el negro exclavo africano se mezclan en Brasil y dan lugar a un cuarto tipo de raza. Las tres culturan anterioes no solo son completamente diferentes sino que ni siquiera comparten un solo dios verdadero, como pasó en la Península Ibérica con cristianos, judíos y musulmanes.
¿Qué pelícila eligiríais para explicar a España?
El vergugo, de Berlanga?
La vía láctea, de Buñuel?
9 de abril de 2010
LOS CAMAREROS DE HP
Las oficinas de las grandes empresas, imagino que como las más pequeñas, son un micromundo, con sus grandezas y sus miserias, son todo un oficiológico. Inicio aquí una especie de anecdotario de lo que entre los pasillos de una oficina puede uno encontrarse. Los portátiles. Son cada vez más comunes. Como las reuniones, así que cuando te cruzas con un compañero si no viene de tomar un café o del baño lleva un portátil en la mano. Los y las hay que aunque venga de lo otro lo hacen también con él en la mano. La forma de llevarlo por el pasillo es bien curiosa. La mayoría lo llevamos cerrado, a modo de carpeta. También hay quien lo lleva abierto y como si mientras camina trabajara, porque no le pierde ojo a la pantalla. Debe ser eso por lo que no devuelven los saludos. Y mis favoritos: aquellos que cerrado lo llevan pegado al pecho como una adolescente la carpeta repleta de fotos de guapetones y la forma en la que suelen llevarlo otra especie muy común en el oficilógico: el auditor. Estos, por lo común, llevan dentro el espíritu de un camarero que no termina de aflorar, y pasean por la oficina, casi siempre con una taza o vaso de café en la mano, con el portátil abierto y en la palma de la mano, como si en lugar de un informe de auditoría llevara 17 pulgadas pendientes de servir. En un alarde de profesionalidad algunos incluso lo llevan elevado, al aire, como si el aparato fuera alérgico a las moquetas. Estos son los auténticos reyes de la Pasarela Currito de Ofi. Esta postura, está demostrado también, impide al auditor el tan común gesto de devolver el saludo.
MICROS
8 de abril de 2010
GARZON
No es que me guste Garzón. Más bien todo lo contrario. Aunque para mí siempre será el tipo que subía y bajaba las escaleras de la Audiencia Nacional, sus coqueteos con la política y cierto aire de divo, me repelen. Pero es un juez. Además un juez implacable y eficaz, desde mi profana y humilde opinión, porque que mafiosos y terroristas te odien a partes iguales es una buena señal cuando uno es juez. Ahora, que una piara de nostálgicos franquistas y cierto sector de la más rancia derechona española hayan logrado sentarlo en el banquillo por intentar investigar los crímenes de la dictadura de Paquito Rana es un atropello a la razón que me cruje en la cabeza. Algo pasa en la justicia cuando una asociación es capaz de sentar a un juez y exponerlo a 20 años de inhabilitación ¿Cuál es la razón moral que les lleva a esta especie de caza de brujas contra un juez?¿qué es lo que creen que puede desenterrar además de muertos?¿el odio ancestral?¿están defendiendo la justicia y la paz con todo esto? No me gusta. Lo mires por donde lo mires este asunto no va a salir bien. Ya no ha salido bien. Y ahora, cuando la justicia dicte sentencia, que se pongan a trabajar contra los que juzgaron a Göring, Tirpitz, Hindenburg o Ludendorff, porque en Nuremberg creo que también hubo muchos garzones.
7 de abril de 2010
A LA CALLE ¡ POR DIOS !
¿Os imagináis que el sindicato de mineros lograra que la Dirección General de Tráfico indultara cada año una multa a un infractor? Os preguntaríais, espero, que qué narices tiene que ver Santa Bárbara con el exceso de velocidad. Pues eso mismo me pregunto yo, que qué tiene que ver la Cofradía del Cristo de los Gitanos con el Ministerio de Justicia, los Reales Decretos y el gobierno que los parió. Pensaba que eso estaba olvidado en el franquismo de los tiempos, cuando dictadores, monarcas y curas compartían palio e intereses, humanos y divinos. Pero no, esto sigue ocurriendo, cada Semana Santa, en una prueba más de que todavía vivimos en el país del poeta, (charanga y pandereta) el Ministerio de Justicia indulta a uno o varios presos a petición de las cofradías religiosas que celebran la Semana Santa. Poco importa que ocurriera como recientemente cuando el reo que iba a ser indultado fue detenido en una redada antidroga. Eso es anecdótico frente a lo ilógico de todo esto. Porque los indultos no son una novedad, lo que es sorprendente es que una entidad religiosa (o de cualquier índole) pueda solicitar, invitar, inducir en este proceso tan serio, regido y legal. A esos mismos que lo celebran como un canto a la bondad de su Dios les invito a pasar el folleto de solicitud a alguna sinagoga o Mezquita, que ya que los de la cruz lo hacen, puedan hacerlo también los de otras creencias. Entonces eso sería un atentado contra nuestras tradiciones. A mí lo que me parece esto, además de un anacronismo (de los cojones) es un atentado contra la lógica y la moral. ¿Cómo es posible que un gobierno socialista de un Estado laico caiga en estas cosas? Personalmente no lo entiendo.
MICROS
6 de abril de 2010
AIRE INOPORTUNO
El pedo es, en definitiva, una gaseosa y a veces inoportuna llamada de atención de nuestro cuerpo. Científicamente un pedo es una mezcla de dióxido de carbono, hidrógeno y metano, producido, entre otros insignes creadores, por nuestra flora microbiana y nuestros ácidos estomacales. Queda por resolver la duda de si un eructo es, pues, un pedo que tomó el ascensor. Superada la adolescencia (para algunos nunca del todo) es un ritual de lo íntimo (y que cada uno le ponga las barreras que quiera a lo íntimo) y salvo excepciones que airean, y nunca mejor dicho, sus ventosidades (e incluso festejan cuan gol en el último minuto) reservamos nuestros aires para la soledad. Esto me ocurrió a mí. Durante un tiempo quedé con una compañera de trabajo pues vivía en el camino. Quedábamos a un par de kilómetros de la oficina y llegábamos juntos. Me costó acostumbrarme. Una de las primeras mañanas iba yo con mi rutina, mi radio, sumido en mis cosas cuando la flora y la fauna de mi intestino me lanzó un pullazo certero. Estaba solo, aislado en mi coche del mundo ¿que hubieras hecho? lo que yo, soltar un sonoro pedo que hizo retumbar el chasis del viejo bravito. Fue entonces, cuando con aquel más que digno mi sostenido de mi orto y, sobre todo, cuando mis papilas gustativas comprobaron que aquel primer acorde de la banda sonora de Tiburón venía acompañado de un tremendo olor fétido, cuando caí en la cuenta. Por que lo del olor de los pedos es como el regalo de un huevo Kinder nunca sabes lo que te va a tocar. Fue entonces, digo, cuando tomé conciencia de lo que estaba a punto de ocurrir. Mi buena amiga Begoña me esperaba tres calles más allá, apenas a quinientos metros. Abrí las ventanas y me conjuré para que Venturi y su efecto me echaran un cable. Así que ahí me veis a mí soplando, y resoplando, moviendo los brazos como si quisiera que mi coche volara, dos grados bajo cero y las ventanillas bajadas, buscando en la circulación natural del aire algo de polución que mitigara la evidencia y olisqueando temeroso como un perro chico. Pero, o Begoña fue muy educada o aquello funcionó. ¿Las ventanillas bajadas? es que no funcionaban, anda, pues ahora sí, que cosas, buenos días...Es cierto que quizá aquella mañana hubo demasiado silencio.
5 de abril de 2010
POR SORPRESA
Llegaron los deportes y como siempre la rutina. No le interesan lo más mínimo, así que apenas si presta algo de atención. Aunque esta vez, por sorpresa, una mano se ha adentrado entre sus piernas. Ha mirado a un lado y a otro, y después a él, entre divertida y asustada, entonces ha abierto las piernas ligeramente, casi con timidez; fue cuando los dedos encontraron rápido su destino. Él no deja de mirar uno de los escotes más cotizados del país, hoy especialmente sugerente, como si fuera un canto a la primavera recién estrenada. Una vez que los dedos han saltado todas las barreras de tela y se adentran en su cuerpo con sinuosa pericia ella aprieta la mano entre sus muslos. Creía que era una pequeña broma, un guiño, pero la cosa parece seria y bascula casi imperceptiblemente las caderas para facilitar la entrada y el roce de la palma de la mano con su clítoris. No tarda en sentir un orgasmo intenso, mientras el locutor de deportes sigue a lo suyo con los goles de Messi y el apretadísimo final de la liga, ella tose varias veces y mira al techo alto, oscuro e incomprensible, pero sobre todo interminable como su orgasmo. Se sonríen y busca su bragueta en una especie de gesto de agradecimiento. Para su sorpresa una enorme y dura polla sobresale de la bragueta con una deliciosa y tentadora arrogancia. Así que no lo duda. Cuando llega el hombre del tiempo con sus nubes, sus chubascos, cirros, estratos, se arrodilla y violentamente se la mete en la boca. Entra y sale casi entera, apretándola fuertemente con los labios en su camino, ayudada por la mano, que sube y baja la piel en coordinación con los movimientos de su boca. Él tampoco puede contener el torrente de excitación y cuando terminan las predicciones para el fin de semana, su boca es inundada por un torrente cálido, que aunque no la ha pillado por sorpresa, casi ha podido con su previsión. Rápidamente vuelve a su sitio, se recoloca el pelo y muy pocos espectadores pudieron apreciar en aquella edición la pequeña mancha blanquecina que brillaba todavía en la comisura de los labios de la locutora mientras despedía el telediario. Y de esos, ni uno solo pudo imaginar su verdadero origen.
MICROS
3 de abril de 2010
Semana Santa Paulista
Esto es el viernes santo, en la esquina de Peixoto Gomide con Antonio Carlos.
La verdad es que el Carnaval se les da mejor.
1 de abril de 2010
LA RAMERA
Cuentan que la palabra RAMERA estaba extremadamente cansada de vivir denostada, vilipendiada y condenada a la oscuridad de los rincones más lúgubres del universo léxico. Estaba agotada y quería cambiar su sino. Un día, sin saber muy bien para qué ni por qué, se adentró en el templo sagrado de la Real Academia, abrió las tapas del diccionario por la ERRE, pasó páginas y páginas y allí la encontró, dormida, con aire triste, pero tranquilo, con el rostro sereno. Era la palabra REMERA. Movida por la rabia de siglos y el deseo de descansar, de cambiar de vida, ni corta ni perezosa le robó la E a su alterego tranquilo. Antes de irse la miró y sintió pena, RMERA no le decía nada, así que se arrancó la A y se la regaló. Salió del tempo feliz con su nueva cara, ansiosa de vivir su nueva vida llena de paz y serenidad…
Algún tiempo después la REMERA empezó a vagar, presa del tedio, por las puertas del templo. Cuentan que incluso cada noche se adentraba sigilosa con la esperanza de encontrar a la RAMERA dormida y poder así volver a robarle la A y devolverle la E. Pero la RAMERA, curiosamente, la noche antes del robo se había dormido como remera suspirando por un milagro, porque alguien le cambiara su tediosa y aburrida vida. Al despertarse, sorprendida, se dio cuenta de que le faltaba una E y le sobraba una A…y empezó su nueva vida llena de aventuras y emociones.
Algún tiempo después la REMERA empezó a vagar, presa del tedio, por las puertas del templo. Cuentan que incluso cada noche se adentraba sigilosa con la esperanza de encontrar a la RAMERA dormida y poder así volver a robarle la A y devolverle la E. Pero la RAMERA, curiosamente, la noche antes del robo se había dormido como remera suspirando por un milagro, porque alguien le cambiara su tediosa y aburrida vida. Al despertarse, sorprendida, se dio cuenta de que le faltaba una E y le sobraba una A…y empezó su nueva vida llena de aventuras y emociones.
MICROS
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