Un blog puede tener una labor solidaria sin intentarlo y hasta sin saberlo. Es el caso del blog personal de Lluis Suñé, concejal de ICV y cabeza de lista del partido en Tarragona. El cachondo colgó una foto de dos niños andrajosos y una cabecera que decía SOS: Extremadura te necesita (en inglés, que los catalanes son muy cultos ¿o es fobia al castellano?). Era una ironía sobre la siempre supuesta falta de solidaridad del pueblo catalán con el resto de España. Y digo que hay una labor social en esto porque gracias a esta gracieta la ciudadanía y, sobre todo, sus votantes, han conocido el verdadero calado de este pendejo. Ahora el que le vote no puede decir que iba engañado, ya sabe como se las gasta y por donde cojea el cachondo, así que.
¿Qué reflexiones hago sobre esto?. Que ayuda muy poco a cambiar la imagen (esa parecía ser la idea) que desde España (sí, España) tenemos sobre los catalanes (el que la tenga, claro). Si su objetivo era evidenciar la solidaridad creo que no es que le haya salido el tiro por la culata, sino que se ha metido él solito la escopeta por el culo, que es donde tiene la gracia. Por suerte en Cataluña viven más de siete millones de personas y no todos son tan graciosos como Lluis. De todos modos, se trata de un blog personal y tiene todo el derecho a poner lo que considere oportuno. Y, claro, nosotros de opinar. Porque su broma, vista desde el prisma de un catalanista, a poco que tengas un poco de raciocinio (cuestión esta que no nos asegura por se concejal ni por escribir un blog) es como tirar mierda a un ventilador. En Cataluña viven casi un millón de personas no catalanas. Si a eso añadimos los hijos (que sí son catalanes) de los que un día vinieron, catalanes, lo que se dice catalanes de pura cepa debe haber menos de lo que creen y les gustaría. ¿Y Extremeños o hijos de extremeños?. Pues el número debe de ser elevadísimo (y con derecho a voto, señor Lluis, que mira que llega a ser usted torpe). Lo dicho, mierda a un ventilador. Y ha pedido perdón, que me parece bien, pero ¿por qué lo ha hecho?¿por los votos?¿por los extremeños?¿por un repentino ataque de empatía y de raciocionio?.
En fin, que yo, mientras pueda, seguiré yendo a Extremadura que la gente me trata muy bien, se come de maravilla y es una tierra maravillosa en la que jamás vi a un niño pidiendo en la calle. Y claro, antes iré a un pueblo del entorno catalán, que es donde suelo veranear. Entre otras cosas porque a mi las fronteras me importan tanto como Lluis, vamos, una mierda.
¿Qué reflexiones hago sobre esto?. Que ayuda muy poco a cambiar la imagen (esa parecía ser la idea) que desde España (sí, España) tenemos sobre los catalanes (el que la tenga, claro). Si su objetivo era evidenciar la solidaridad creo que no es que le haya salido el tiro por la culata, sino que se ha metido él solito la escopeta por el culo, que es donde tiene la gracia. Por suerte en Cataluña viven más de siete millones de personas y no todos son tan graciosos como Lluis. De todos modos, se trata de un blog personal y tiene todo el derecho a poner lo que considere oportuno. Y, claro, nosotros de opinar. Porque su broma, vista desde el prisma de un catalanista, a poco que tengas un poco de raciocinio (cuestión esta que no nos asegura por se concejal ni por escribir un blog) es como tirar mierda a un ventilador. En Cataluña viven casi un millón de personas no catalanas. Si a eso añadimos los hijos (que sí son catalanes) de los que un día vinieron, catalanes, lo que se dice catalanes de pura cepa debe haber menos de lo que creen y les gustaría. ¿Y Extremeños o hijos de extremeños?. Pues el número debe de ser elevadísimo (y con derecho a voto, señor Lluis, que mira que llega a ser usted torpe). Lo dicho, mierda a un ventilador. Y ha pedido perdón, que me parece bien, pero ¿por qué lo ha hecho?¿por los votos?¿por los extremeños?¿por un repentino ataque de empatía y de raciocionio?.
En fin, que yo, mientras pueda, seguiré yendo a Extremadura que la gente me trata muy bien, se come de maravilla y es una tierra maravillosa en la que jamás vi a un niño pidiendo en la calle. Y claro, antes iré a un pueblo del entorno catalán, que es donde suelo veranear. Entre otras cosas porque a mi las fronteras me importan tanto como Lluis, vamos, una mierda.