31 de octubre de 2008

LA GRAN PREGUNTA


Hay una pregunta que ningún hombre, al menos que yo conozca, sería capaz de responder. Y no se trata de donde está el punto g, masculino o femenino, o cuales son las funciones básicas de la plancha (en algunos casos incluso donde se guarda). No, esas preguntas muchos sabemos/saben responderlas. La gran pregunta que ningún hombre que se precie sabrá responder es la siguiente: ¿cuando toca lavar un pijama?. Sí, parece una pregunta simple, pero en la práctica la respuesta es tremendamente compleja. Una camiseta se lava después de un uso. Los vaqueros al menos después de una decena o una visita a una discoteca. Una camisa, día y medio. Pero ¿y una pijama?. Podemos tirarnos medio invierno con el mismo pijama, sin que pase por la lavadora. Si os váis dando cuenta las camisetas, camisas y resto de la ropa masculina con el paso del tiempo va perdiendo el color. En cambio el pijama no, el pijama siempre muestra sus colores brillantes, temporada tras temporada. ¿Por qué ?, ¡ por que no los lavamos !, es así de sencillo, y si pasa por la lavadora es por un despiste, por una confabulación de casualidades, llámese pareja, cesto de la ropa sucia que se cruza u olor a vinagre que ya resulta desagradable. Decidme, sinceramente ¿cada cuanto tiempo se lava un pijama?, de hombre, se entiende.

MICROS


La crisis le afectó de lleno. Antes de que quisiera darse cuenta la tristeza le había embargado, y esa es la entidad con el tipo de desinterés más alto del mercado.

EL CULTURETA

Hasta el domingo se celebra en Ifema la decimosexta edición de Estampa, feria internacional de arte múltiple contemporáneo.
Todo bien, solo que no es internacional. El 99% de los stands pertenecen a galerías españolas, de ellos el 99% a galerías madrileñas.



Recomiendo ver las fotografías del sudafricano RYNO DE WET, expuestas en la Galería Camara Oscura.



Ya que solo hay una galería china, vamos a destacar éste azulejo.



La entrada cuesta 10 euros, pero en el mostrador dan invitaciones si te inventas algo convincente, por ejemplo, vengo de enviado especial del blog Eltrasterodelaimaginacion, sección Cultureta.

30 de octubre de 2008

¿ME DA HORA?


Ayer llegué a casa del trabajo como un yonki. Con tiritonas y cara de muerto. El termómetro no mentía. Así que a las ocho de la noche estaba con treinta y nueve y medio en la cama. Que nunca he sabido bien si ese medio tenía una pierna dentro y la otra fuera. Había que llamar al médico, lo lógico es que la cosa en la noche no mejorara. No es más que fiebre, mucha, pero fiebre, paciencia y frío. Pero la fiebre es una respuesta a una agresión, así que, pensé, un médico me ayudará a identificarla y acabar con ella. Cuando era joven tenía fe absoluta en mi sistema inmunológico, jamás me medicaba, pero con la edad los medicamentos y yo nos hemos empezado a hacer más amigos. Tres intentos. Hora para el doctor tal, ¡ para el lunes !. Era miércoles a las siete de la tarde y me estaban dado hora para el lunes. Es decir, o mi cuerpo ganaba la batalla y no era necesario que fuera o mi viuda tendría que comunicarles a los del centro de salud que por causas de fuerza mayor ya no necesitaría ir. Me dieron ganas de llamar a Esperancita para que me lo explicara, ya que según ella tenemos la mejor sanidad del mundo. A lo mejor cuando lo privaticen la cosa funciona mejor. Es la fiebre, amigos, es la fiebre...

29 de octubre de 2008

LA CÁRCEL


La cárcel de Carabanchel es el rincón de Ademuz entre Aluche y Carabanchel, su particular Tijuana. Me crié en el primero y levanté el vuelo en el segundo, así que sé de lo que hablo. La alambrada de la cárcel ha partido siempre el barrio en dos. Jamás fue, para mi generación, un ejemplo o una imagen de la represión franquista. Desde los rincones del barrio donde se podían adivinar algunas celdas, algún trozo incluso del patio, no imaginábamos a Marcelino Camacho maldiciendo el fascismo sino al Vaquilla o el Torete planificando una fuga. Después me acerqué a la historia desde el punto de vista académico y cambié de idea. Esta cárcel, que era llamada Prisión Provincial de Madrid, fue idea de nuestro generalísimo Paquito Rana, destruida por la guerra la Modelo. La construyeron, entre otros, centenares de presos políticos condenados a trabajos forzados. En sus galerías y en sus celdas, además de presos comunes, moraron y sufrieron decenas de presos políticos que en el tardo franquismo crearon la Coordinadora de Presos en Lucha, promoviendo motines a favor de la amnistía y la supresión de la ley de peligrosidad social. Entonces entendí, cuando la cárcel abrió sus celdas definitivamente para dejar de ser lo que era y pasar a ser un esqueleto inquietante e inmenso, que era un símbolo de la lucha contra el Franquismo y la represión. Entiendo, por tanto, que una ciudad como Madrid, tan conservadora, se niegue a mantener, recuperar, alimentar la memoria. Y yo no creo que la cárcel, en toda su extensión, deba mantenerse como ejemplo de la libertad, pero sí que creo que habría, al menos, que crear un espacio común a la memoria, para que los que vengan detrás sepan lo que allí hubo. Y si en el resto de su territorio se construye un hospital, verdadera reclamación histórica del barrio, espacios culturales, escuelas y parques, no creo que ninguno de los que allí estuvo tenga la más mínima queja. El barrio, como Madrid, necesita recordar, pero también curarse, leer, jugar, aprender...

MICROS


Siempre quiso comprobar cuanto tiempo podría desaparecer del mundo sin que nadie lo echara de menos. Lo hizo con tanto rigor que a nadie pudo contarle el resultado.

Dentro de las películas de ciencia ficción es a mi generación lo que Odisea 2001 o Blade runner a las anteriores. Estoy hablando de Matrix, la única trilogía, quizá con El padrino o El señor de los anillos, en la que su segunda y tercera parte no hizo sino mejorar a la anterior. Impactó por su revolucionaria forma de ver internet, ese mundo global y paralelo, pero también por unos efectos especiales descomunales. Podría haber elegido la tópica escena, y ya histórica, de Neo torciendo su cuerpo bajo una lluvia de balas, pero me quedo con esta. Es un pelín larga, pero el final es impresionante, una de las mejores explosiones que recuerdo. Una joya.

28 de octubre de 2008

SIN GENTE

Me gusta mucho observar las calles. Tanto como a la gente. Empatizo con ellas, con las fachadas, con las ventanas, con los rincones, los parques, los bancos. Ya lo he dicho alguna que otra vez, juego a imaginar como sería mi vida de haber vivido en este o aquel lugar. En este juego de empatía también mi fijo en los negocios. Vivo en una ciudad grande, así que negocios hay para todos los gustos. Grandes, pequeños, lujosos, cutres, mínimos, íntimos, alegres, tristes, simpáticos, austeros, divertidos, la lista de adjetivos se haría interminable. Cuando miro un negocio también caigo en la tentación de pensar si será rentable. Hay algunos que realmente uno está tentado de pensar que son tapaderas, porque ¿cuántas extensiones de pelo ha de hacer una mujer para rentabilizar un local a pie de calle?. También es cierto que muchos dudas de su rentabilidad al verlo vacío y el rostro de sincero aburrimiento de quien lo regenta, esa dejadez de quien sabe que puede pasarse horas sin que nadie entre a preguntar un mísero precio. Eso, no lo niego, me deja indiferente, salvo en un caso muy concreto: un bar. Para mí no hay nada más triste que un bar vacío. Esa televisión atronando y reflectando su luminosa indiferencia, esas mesas con servilletas de papel vacías, esos taburetes huérfanos de culos que acunar, esa barra con los aperitivos intactos y ese camarero limpiando por enésima vez el juego de vasos de caña. No lo puedo evitar, me invade una tristeza ancestral y un torrente de empatía me deja unos segundos ko. ¿Y qué hago?, pues todo depende del tipo de bar frente al que nos encontramos, pero esa es otra historia de la que hablaremos otro día.

MICROS


Pero ¿por qué te haces eso?. Pues porque con la dignidad no se come demasiado. Ya, pero se duerme de maravilla.

Hoy vamos a recomendar un espacio muy, pero que muy técnico. Se trata del rincón de Jaime García Cantero, analista tecnológico de IDC. Tiene un blog, en el que uno puede entender hacia dónde va la tecnología o símplemente darse un paseo simpático. Os delo el link: http://jaimegarciacantero.blogspot.com/ No lo actualiza demasiado pero creo que tiene cosas interesantes.

27 de octubre de 2008

EL TAMAÑO DE LAS COSAS

La memoria es capaz de distorsionarlo todo, y el tamaño de las cosas no se escapa a ese juego de espejos. La primera vez que me di cuenta de ello fue cuando acudí a votar al mismo colegio en el que había estudiado toda la EGB. Habían pasado cuatro o cinco años desde que lo abandonara y no había vuelto a pisar sus pasillos y menos sus aulas. Recordaba un espacio gigante, un patio descomunal que invitaba a la aventura y a las carreras, lleno de rincones, enormes techos, inmensas escaleras, aulas inacabables, ventanales de dimensiones descomunales por los que viajaba mi imaginación en aburridas tardes de estudio. Cuando me reencontré con él papeleta en mano me pareció viejo, y pequeño, como si con el tiempo se hubiera arrugado cuan anciano agotado. Me sentí traicionado, como si hubiera estado idolatrando un espacio inmerecidamente. Y lo mismo me pasó con el instituto, pareció arrugarse con el tiempo, incluso infantilizarse. Estas cosas me han pasado con el parque que acunó mi infancia, la acequia o el cine de mi pueblo. Y también me ha ocurrido con las personas, concretamente con la edad de las personas. Recuerdo que de niño un tipo de veinticinco era un tío mayor y ahora me parecen pipiolines los que salen de la facultad y se acercan a su primer puesto de trabajo. Cuando empezamos a salir a las discotecas como si fuéramos leones y las niñas gacelas una mujer (sí, digo mujer con toda intención) de 18 años era poco menos que la protagonista de El Graduado. Y algunas, he de reconocerlo, en lo que ha sexo se refiere, no es que no se hubieran graduado, sino que no habían aprobado la EGB, y en cambio, compañeras de clase parecieran universitarias en batallas del cuerpo a cuerpo.
Este juego de espejos de la memoria siempre va a favor del tiempo, pero es la nostalgia la que ayuda al espejo para lo que otrora fue grande y dejó de serlo vuelva a su tamaño original y a su grandeza cuando no es la vista, sino la memoria, la que te lo trae de nuevo.

MICROS


Le salvó la vida aun sabiendo que él jamás hubiera hecho lo mismo.

Rubén está intentando conseguir una concesión de su padre, por lo que, zalamero el dice que está muy guapo, que le quiere mucho. Su padre, rindiendo las naves le dice que es un pelota a lo que él responde con una sonrisa ¡ y tu una plancha!.

24 de octubre de 2008

CURRICULO

Ayer pasé junto a una ludoteca a la que iba hace unos años a sacarle partido a mi jornada partida. Comía a toda velocidad y me acercaba a ver media pelícual diaria. Una especie de biblioteca con televisores, dvd y cascos. Algo impersonal y poco íntimo, pero muy interesante. Y me dio por recordar que en mi raro historial laboral siempre le he encontrado una utilidad extramonetaria al trabajo. En la vendimia aprendí a valorar los madrugones, aprendí de Jesús tantas cosas sobre el color de las nubes antes de llover y sobre dichos populares. Trabajé una larga temporada en el Centro Español Superior para la Información y la Defensa (CESID) donde entendí que los espías son, al fin y al cabo, tipos como nosotros que como mucho, se esconden tras una gabardina. Como socorrista aprendí a enseñar a nadar a decenas, sino centenares, de niños. Como reponedor de Continente (ahora Carrefour) me di cuenta de que los que madrugaban mucho eran siempre los mismos, en los mismos lugares, a la misma hora. De mi etapa como gerocultor en una residencia para mayores volví a encontrarme a personas como Jesús, a entender que las arrugas que más duelen son las del alma y que una sonrisa puede valer más que mil palabras. Grabando datos descubrí que el sonido de las teclas me gustaba y después tuve toda una suerte de trabajos mal pagados frente a un ordenador hasta mis dos últimos estables (uno de ellos el que ahora me paga la hipoteca) en los que he aprendido muchas cosas, entre ellas que es muy difícil que un compañero de trabajo pase a ser tu amigo, y de eso te das cuenta cuando deja de ser tu compañero.
No lo puedo negar, me siento orgulloso de mi curriculum.

MICROS


Pero bueno, ¡ cuanto tiempo sin vernos !. Sí, tres años, siete meses, dos semanas, tres días, cuatro horas, catorce minutos, tres segundos y un suspiro...
Hoy el cultureta empezaba una nueva etapa, con una nueva colaboración, digamos que por fin le ponemos cara. Pero por problemas técnicos solo puedo dejaros una reseña, la semana que viene mejor....
Luis Ramiro en la Fundación progreso y cultura.Seguramente mis lectores no conocen a Luis Ramiro ni a la Fundación Progreso y Cultura. No se desanimen, para eso estoy yo .Luis Ramiro es un joven cantautor, apadrinado por Pancho Varona. (Esta es la definición fácil y comercial). Para más honduras pueden leer los elogiosos post que le dedican Alcaerelsol ("Cuando el Luis se sube al escenario se hace un silencio en la sala que me alucina. Silencio total. No se mueve ni un vaso de cerveza. Hasta que un tipo se quiere hacer hueco al lado de un servidor... es el Lichis de la Cabra Mecánica que canta todas las canciones de Luis y no para de decirme que Ramiro es grande"), Pequeñosobjetivos ("los conciertos de Luis tienen eso: hay muchas chicas") y Elmundillo.Vamos ahora con el sitio. Es uno de los mejores auditorios de la ciudad. Pequeñín, unas 200 butacas. El concierto se celebra dentro del ciclo Artpegio que organiza la Fundación de la UGT. La entrada es gratuita, empieza a las 9 y recomiendo estar a las 8, hacer la cola dentro y sentado. ES HOY: VIERNES 24. Se puede meter comida y bebida, no de forma ostentórea.

23 de octubre de 2008

3 AÑOS Y MATAPERROS

Tengo un puesto de cierta responsabilidad en una multinacional. ¿Cómo definir esto sin entrar en detalles?, pues digamos que al igual que yo tengo que rendir cuentas hacia mis jefes, los hay que tienen que rendir cuentas hacia mí. Saqué la carrera, trabajando a media jornada, en mi año salvo por tres asignaturas para las que necesité un cuatrimestre más. En la etapa de EGB era un niño de notable de media, tirando al sobresaliente. Pero, aquí viene la gracia, durante tres o cuatro años de mi vida me despisté y di prioridades a cosas como tocar la guitarra, leer, escuchar música o estar con los amigos y las amigas, frente a los libros. Dónde iba a parar, eran tremendamente aburridos (¿quien no cambiaría una clase de latín por un banco al sol con una quinceañera?). Así que durante algunos años (casi hasta que aprobé la selectividad) fue un estudiante algo díscolo y juerguista. Pues hoy en día, aun pervive en mi entorno la sensación de que fui un desastre, que no se sabe como fui capaz de sacar adelante una carrera (y supongo que ahora una familia). Fueron tres o cuatro años que marcaron la percepción de mi entorno familia hacia mí, y es un sanbenito que jamás podré quitarme. Ahora que soy padre y me voy preparando para lo que me espera con la adolescencia de mis hijos, reflexiono mucho sobre estos temas, sobre lo peligroso que es etiquetarlos, condenarles a nuestro prejuicio. Formar una personalidad con la losa negativa de lo que ya se piensa de ellos, prácticamente hagan lo que hagan, es un ejercicio agotador que no todos los jóvenes saben llevar por buen camino (y sé de lo que hablo). En fin, ya que cometeré errores, espero al menos no repetirlos.



PASAJEROS DE UN INSTANTE

Cuando me levantaba, estos días que he pasado en una casa rural de Quintana, muy cerca de Luarca, en Asturias, lo primero que hacía era mirar por la ventana para ver qué tiempo hacía. El norte es lo que tiene, que uno nunca sabe qué día se va a encontrar.

Después abría la puerta de la casa y mi perro salía fuera a hacer sus necesidades y a explorar su mundo. Yo mientras me duchaba, me vestía y salía a ver dónde se encontraba. Siempre estaba por ahí cerca y seguro, sin riesgo de que le pasara nada. Sólo se oía el rumor que dejaba el viento en los oídos y de vez en cuando, según en la dirección en que soplara, se podía escuchar de fondo el bramido del mar en su inagotable ir y venir.

Desde aquella casa no se percibían nada más que sonidos provenientes de la naturaleza como el canturreo de pájaros o el mugir de las vacas, y algunas veces, el rumor de coches lejanos y a cada hora el paso de un tren de dos vagones que hace un recorrido regional por la zona costera asturiana.

El mar es una auténtica maravilla, y un mar tan abierto como el Cantábrico es aún más impresionante. Las olas rompen con una fuerza tremenda y te arrastran hacia el interior en cuanto te descuidas. He visitado playas que son increíbles, casi inimaginables. Hay muchas playas indicadas pero muchas otras las encuentras tú entrando por caminos que aparentemente no conducen a nada pero que de pronto, te llevan a pequeñas calas con un pedazo de arena, en caso de marea baja, o un rincón de piedras desde donde uno se puede bañar.

Me encanta la mezcla de bosque, playa y mar que tiene el norte. El bosque llega hasta la misma playa y la naturaleza salvaje de la lluvia, el viento y el mar erosiona continuamente las rocas que surgen en plegamientos inverosímiles desde el fondo de la tierra. Son escultores atemporales e incansables, nunca tienen prisa ni cejan en su empeño, pero antes o después, lograrán su propósito, crear una nueva belleza natural para que algunos hombres la admiremos.

Sentado en la playa durante algunas horas estos días pude pensar en lo poco que pasamos aquí, en lo realmente insignificantes que somos ante la majestuosa inmensidad que nos rodea. Y aún así seguimos creyéndonos dueños de todo esto como si realmente nos fuéramos a quedar aquí para siempre, cuando resulta que somos simples pasajeros de un instante que no es nada comparado con todo lo que nos rodea.

También pensaba en lo afortunado que soy, en la suerte que tengo. He nacido en un lugar magnífico, trabajo en algo que me gusta, gano el dinero suficiente como para disfrutar de mi ocio con bastante libertad y encima me puedo permitir el lujo de cuestionar las cosas que me rodean. Soy un hombre contento.
Por cierto, hoy empiezo a trabajar después de aprovechar los últimos días que me quedaban de vacaciones

Nota de Larrey: os dejo una foto de la playa que menciono en el comentario (cambiándole el nombre: Gulpiyuri)

MICROS


¿Que si pienso en la ecología?- espetó el concejal- ¡ más de cien mil folletos a todo color he repartido entre mis ciudadanos para conciencierlos del bien del reciclado !.

22 de octubre de 2008

EL SOCIALISTA

Ahora sí que la campaña americana para la presidencia ha entrado en la guerra sucia. Se acabaron las medias tintas, las buenas palabras y empiezan las cuchilladas directas. En esta dinámica se nos presenta el candidato Mc Cain (¿el de las patatas?) y da rienda suelta a toda su bilis con una endiablada diatriba que busca derribar a su contrario con un golpe certero, acusándolo de socialista. Obama, que se está mostrando tan ducho en estas batallas como en la más elegante de las dialécticas, contraataca mostrando sus cartas, sus credenciales, enseña a sus amigos de derechas, los que apoyan sus candidatura sin medianías para ejemplificar que un hombre como esas amistades jamás de los jamases podría ser socialista, pues no son listos los mencionados para dejarse engañar por un negro y encima socialista, vamos, habrase visto. Así que, a lo visto, en Estados Unidos ser socialista es poco más que ser un terrorista, pederasta o vaya usted a saber. No es que Obama haya encontrado un atajo simple e histórico del tipo, si pensar en los jubilados es ser socialista, si pensar en los obreros es ser socialista, si pensar en la sanidad es ser socialista, sí, Mc Cain, soy socialista (aquí es cuando grita y el público rompe en aplausos). Pero claro, esto es como cuando en el colegio te decía maricón, no reflexionabas y explicabas que la sexualidad es una elección libre, que cada uno a su cama puede invitar a quien quiera, no, te ofendes y rápido gritas ¡ yo no soy maricón !, como si serlo hubiera sido un problema para ti. Creo que un país sin izquierda es un país condenado a repetir siempre el mismo rol político (tenerla no asegura lo contrario, pero al menos invita al optimismo) y creo que Estados Unidos, sus fuerzas armadas y su imperialismo político-económico son el mejor ejemplo de lo que puede ser una política de derechas o de más derechas.

MICROS


La crisis empieza a afectar a los consumos más elementales de las familias. ¡ A mí me lo van a decir!, dos años sin Baqueira que llevamos.

Ya era hora de que pusiera alguna escena en esta sección de este tipo. Y tengo varias, muy interesantes. Lo que no sé es lo difícil que será encontrarlas en el timorato youtube. No daré más pistas, tan solo que la película fue en su día toda una fiesta de los sentidos aunque hoy quedaría algo descafeinada, sobre todo si volvieran a repetir sus protagonistas. Pero en su día fueron un mito: http://es.youtube.com/watch?v=53urHmhmrPg

21 de octubre de 2008

GOYA EN EL CAJERO


La historia de los subnormales (y una vez más que me perdonen los subnormales inocentes) que para cerrar una noche de diversión se dedicaron, según su patética y temblorosa versión (ahora les tiembla el pulso a los hijos de puta) a maltratar y quemar a una indigente, tiene tantos retazos tristes y trágicos que bien pudiera ser un cuadro viviente y contemporáneo pintado por el mismísimo Goya. Esos niñatos de papá justificando lo injustificable, culpando al menor en una táctica gremial barriobajera de macarras garrafón, ese padre pidiendo perdón a la sociedad no así a la familia de la muerta, ya que si no eran sus hijos iba a ser un atropello, el frío, el alcohol...Y después la propia familia de la agredida. A mí se me caería la cara de vergüenza de tener a un familiar durmiendo en cajeros y después pedir una indemnización por daños a su muerte. Por daños ¿de qué?, para bien o para mal estaba fuera de la casa (que no soy quien para juzgar un caso de marginalidad) pero ¿de qué daños hay que compensarles?¿de la cena de navidad a la que ya no iba?¿de las visitas a las primas que tampoco hacía?, ¿de las fiestas familiares a las que ya no iba?. En fin, como siempre, bílico que es uno, ver para creer.

MICROS


Cuando vio a aquel hombre tan sumamente atractivo fijarse en su mujer, tuvo una reveladora punzada de celos ¿por qué no se ha fijado en mi?

20 de octubre de 2008

APATÍA

Hoy, creo recordar por primera vez desde que regento este tratero, me he levantado sin ganas de escribir. Es una apatía atípica que me atenaza los dedos desde el alma. Supongo que algunos lo llamarían tristeza, pero como a mí esa palabra me sigue dando miedo, doy quiebros y requiebros, como un mal delantero incapaz de ver el hueco antes de soltarle la pelota a la verdad. Podría hablar de la crisis. Podría. Podría hablar del sabor de una cerveza bien fría después de acabar un partido con los amigos. Podría. Podría explicar que es el estrés laboral, ahora que sé ponerle forma a lo que ya tenía nombre. Podría. Podría escribir de tantas cosas, en cambio no tengo la más mínima intención de hacerlo. Dejemos que una vez, en el trastero, sea el silencio el que hable. Los trastos también tienen derecho a estar callados.

MICROS


¿Cómo decirme que sin dejar de quererte ya no te quiero?

Escena familiar, una madre lee un cuento a su pequeño de casi cuatro años.

Mamá: espejito, espejito, ¿quien es la más bella del reino?

Peque: ¡¡¡ Cenicienta !!!

19 de octubre de 2008

EN EL TREN

Compartimos vagón durante horas y nuestras miradas se cruzaron constantemente. Yo estaba leyendo una novela erótica, una casualidad demasiado explosiva. Los dos buscábamos esos roces fortuitos tan llenos de encanto, en apariencia casuales pero que se prolongaban cada vez más, aliñados con miradas y sonrisas. Cuando se puso en pie lo hizo despacio, dejando claro que significaba algo más. Algo me invitó a hacerlo tras él. Llegué hasta la puerta del servicio, abrí y allí estaba él. No me dio tiempo a tomar iniciativa alguna, me abrazó y comenzó a besarme. Sabía perfectamente lo que se hacía y eso invitó a mis manos, que fueron dando forma a su cuerpo. Mi turno de caricias terminó cuando él se cansó, me dio la vuelta y me puso contra el cristal. Llevaba un vestido de verano largo y su mano tardó poco en arrancar mi ropa interior. El tren seguía su marcha, él también. Me levantó la falda y la pierna derecha hasta que dejó la rodilla apoyada sobre el lavabo. Temí por un momento que se arrodillara y comenzara a besarme. No es que me hubiera importado, pero no me gustan los tipos que te comen el coño a las primeras de cambio, como si quisieran dejar claro desde el primero momento que ellos son buenos amantes. Por suerte aquel galo no era de esos, ni mucho menos. Pegó su cuerpo contra el mío para que sintiera toda la potencia. A mi sexo le gustó ese primer contacto y se abrió como una flor. Nos frotamos el uno contra el otro. Estaba tan excitada que podría haber hecho de mí lo que hubiera querido. Solo tenía una preocupación, el preservativo y como si hubiera sido capaz de leer esos fogonazos de sensatez se apartó un par de segundos y me entregó el envoltorio vacío de un preservativo. Nuestros cuerpos encajaban a la perfección, parecíamos las dos únicas piezas de un puzzle. Retiró el pelo de mi rostro y me besó con cierta ternura. Hasta aquel beso, que tenía más de inocente que de apasionado, despertó en mí sensaciones arrebatadoras. Estaba muy excitada, necesitaba sentir su cuerpo dentro del mío. Pero él no tenía tanta prisa. Deslizó sus dedos por mi rostro y luego los llevó junto a mi boca. Los metí dentro, los succioné, los mordí. Después él los llevó a mi sexo. Aquella humedad, que en parte era mía, se adentró en mis sentidos con una brutalidad salvaje. Estaba preparando el caminó que no tardó en emprender su sexo. Sé que el tamaño de un pene no es importante más allá de la sugestión que puede producir sin embargo, todas estas convicciones se tambalearon en aquel instante porque me sentí más llena que nunca. No dejé que se moviera durante unos segundos. Me apreté contra él porque quería sentir todo su cuerpo concentrado en aquel espacio que me había arrasado por dentro. Él seguía el juego con sus dedos, apretando ese botoncito tan escurridizo para la mayoría de los hombres e inició un ligero movimiento con su pelvis, casi imperceptible, acorde con el traqueteo, mientras los dedos seguían a lo suyo. No podía más, el cuerpo entero se convulsionaba, el rostro pegado al cristal, durante unos segundos el mundo entero se concentró en aquel reducido espacio para gozar con mi orgasmo. Él no había sentido el suyo, había que hacer algo. Me arrodillé, saqué su pene del preservativo, enorme, caliente, y me lo metí en la boca. El sabor me decepcionó, el lubricante lo había adulterado. Estaba de rodillas, chupándosela a un tío, capaz de haber dejado hacer lo que fuera, deseosa de que me llenara la boca de su caldo, de bebérmelo entero, de gozarlo hasta la última gota, y me dice que no. Definitivamente, pensé, aquel muchacho no era de este planeta. Se sentó en la taza, con el sexo convertido en un mástil al que sólo le faltaba la bandera y me pidió que me arrodillara de nuevo. Ah, pensé, es más normal de lo que me imaginaba, era una cuestión de posturas. Me lancé a su sexo otra vez, dispuesta a terminar con aquel suplicio. Él debió pensar que lo mío era comer pollas, porque volvió a decir que no. Cogió mi mano y se metió el dedo gordo en la boca, después deslizó su lengua por él, hasta dejarlo empapado. Llevó esa misma mano a su pene, dejó que lo abrazara, pero mi dedo, el humedecido, fue a parar a una parte concreta de él, justo debajo del frenillo, un lugar al que hasta entonces no había prestado excesiva atención. Me acompañó en los primeros movimientos sobre ese punto, circulares, suaves pero a un tiempo incisivos. Estaba fascinada, con un solo dedo, tenía a aquel grandote galo completamente jadeante, a punto de estallar. Su rostro se iba desencajando, y se estiraba cada vez más contra la pared. Yo seguía con mis movimientos, leves, constantes, rítmicos. Y de golpe, se mordió el labio, dejó de respirar y su sexo escupió una primera oleada que como un misil salió disparado contra el cristal. Aquel chorro cálido atravesó el servicio por encima de mi cuerpo y fue a estrellarse contra el espejo. No pude evitar asombrarme, y luego reírme cuando un segundo golpe acompañó a aquel anterior en el espejo. Me la llevé a la boca. Dentro mantenía una arrogancia insultante. Después me besó, saboreo su propia esencia en mis labios y se puso en pie. Miró el espejo como lo haría un pintor acabado su cuadro, sonrío y me dejó allí, sin más. Y, la verdad, haber escuchado su voz hubiera roto la magia, hubiera sido como doblar una película de Búster Keaton.
Texto extraído de la novel ¿Quién se acuerda de Mazinguer Z?. Antonio Larrey (2003).

18 de octubre de 2008


Haikus del breve amor


Noche de eclipse.

Las sábanas, sin luna,

Fueron sudario.



* * *



Con botas de agua,

Por tu miedo a los charcos;

Yo, agosto seco.



* * *



Salté a los rápidos.

Pensaba que era el Eros

Y, al fin, fue el Tánatos.



* * *



Roja la rosa.

Su espina, con mi sangre,

Nieve amarilla.



* * *



¡Qué amor tan corto!

No ocupa su relato

Ni un mal renglón.






17 de octubre de 2008

PREGUNTA A LA BANCA

Tengo una duda. Si yo tengo 102.000 euros (puestos a fantasear...) en el mismo banco en el que tengo la hipoteca y este quiebra ¿perdería parte de esos 102.000 y seguiría debiendo el total de la hipoteca?

¿POR QUÉ TE ODIO?

Tengo mis prejuicios, como todo bicho viviente. De algunos hasta me siento orgulloso. Si veo venir a un tipo con un símbolo nazi, no podré evitar pensar que es un capullo descerebrado. Pero luego se dan casos en los que odio a una persona, más bien debiera decir a una figura, sin tan siquiera conocerla. Digamos que odio lo que representa o como hace lo que hace sin más razón y eso se extrapola al conjunto de su vida. Es una forma de verlo.
El mejor ejemplo son los actores. Hay un elenco de actores a los que odio sin remedio. Ni sé ni me importa (para este artículo) nada de su vida privada, eso es lo realmente desconcertante, pero no puedo evitar odiarlos. Nicolas Cage es el mejor ejemplo. Es el paradigma de lo que os cuento. Parto de la base de que este actor (sale en películas ¿no?, pues actor será) pone en escena la misma cara para echar un truño que para echar un polvo. Pero ¿es suficiente para odiarlo?. Lo de las cursivas es para evitar los remordimientos. Es que es verlo en la pantalla y sentir un respingo de asco. Y será buen tipo (lo de buen actor vas y lo dices en otro blog), no digo yo que no, pero es que no puedo con él. Lo mismo me pasa con Meryl Street, desde su Coñazos de África no hay película en la que salga ella que a la que no me cueste enfrentarme. Y no sólo me ocurre con los extranjeros, me pasa lo mismo con Pepón Nieto, con Silke, con Elsa Pataki. Y veo sus películas, porque me parece injusto y podría perderme alguna que otra joya (Living Las Vegas, por ejemplo), pero ninguna película ha hecho que cambie mi idea sobre ellos, es más, según empiezan los títulos de crédito me reafirmo en mi prejuicio: que petardo de tío. En cambio hay otros que, con los mismos principios científicos, me caen extremadamente bien: Pierce Brosnan, Jason Stathman (transporter), Marta Etrura, Elena Anaya o Vigo Mortensen. En fin, esto no es más que una prueba (otra) de mi imperfección como ser humano.

MICROS

Ayer, de golpe, me dio por ponerme a pensar. ¿Y qué hiciste?. Sentarme hasta que se me pasara.

El cultureta anda preocupado. No tiene tiempo, se le escapa entre los dedos laborales y las manos de la vida. Hoy, tristón y taquicárdico, os recomienda alejaros del estrés, de ese peligroso monstruo de ojos inyectados en rutina y frustración. ¿Cómo?. Como os pida el cuerpo, follando, soñando, cantando, dibjunado, escribiendo, charlando, paseando, viendo, creyendo, inventando. Busca tu "ando", que es el mejor antídoto para el estrés. El cultureta anda(ndo) buscando el suyo, esperemos que no sea demasiado tarde.


Por cierto, quisiera ponerle cara a este cultureta. Y lo voy a hacer pidiendo ayuda a mi buen amigo Gus. Venga, Gus, acepta el reto, todos lo estamos esperando...

16 de octubre de 2008

PENSAR EL VALOR DE LAS COSAS


Para matar el tiempo (que nunca muere, por cierto) algunas veces hago juegos del tipo ¿qué haría si me tocaran diez millones a la lotería?. Así los atascos los pasos entre viajes a Argentina, salas insonorizadas en casas con gimnasio y demás. Lo morboso es que no siempre son fantasías positivas, también me da por torturarme. Por ejemplo: si mi casa estuviera en llamas de las cosas materiales que hay dentro ¿qué es lo que intentaría salvar primero?. La tentación es pensar en los equipos. El ordenador. Bueno, está viejo, además, es solo dinero. Ah, pues es disco duro. Sí, claro, el disco duro sí, porque ahí están todas las novelas, todos los cuentos, todas las fotografías (¡ más de 10 mil !). La televisión. Bueno, pues más bien no, entre otras cosas porque todavía no ha pasado por el Natur Tv, vamos, que sigue siendo regordeta y no plana de mil euros. La guitarra tal vez, son 300 euros, pero es un regalo de la familia...tal vez la guitarra sí. Ropa nada, ni la de marca que me regalan, ni mi colección de zapatillas. Pero sí la cromos, esa sí que intentaría salvarla (y más ahora que he encontrado al dichoso portero del Valencia). La colección de periódicos antiguos. Los primeros dibujos de mi hijo irían antes que cualquier objeto del mobiliario. Mi colección de periódicos antiguos iría seguro. Dejaría los 500 cd de música con mucha pena, porque, en el fondo, dinero son y como vinieron pueden irse. Y me voy dando cuenta de que el verdadero valor de las cosas no está en lo que una factura digan que te costaron, sino lo que de verdad te dieron, de dónde vinieron o lo que te costaron conseguirlas. Y en este mundo tan materialista (y tan en crisis de la materia, por cierto) me consuela pensar que si de verdad nos viéramos en un aprieto las cosas que de verdad nos importan son las que no tienen precio. Recuerdo ahora que durante un tiempo en pedí prestadas a mi padre sus viejas gafas Rayban. ¿40 años tienen?. Al salir de un ascensor se me quedaron dentro y cuando me di cuenta alguien se las había llevado. Era la casa de un familiar y puse un cartel explicando que el verdadero valor de las gafas era sentimental. Al día siguiente quien las había encontrado las dejó en casa de mi familiar.¡ Qué le den al mercado libre y a Wall Street por donde amargan los pepinos !.

MICROS


Verás, hijo, en las grandes crisis hasta los ricos y especuladores tienen que mirar sus acciones. Lo que no ha habido todavía es una crisis lo suficientemente grande como para que tengan que mirar también sus actos.

15 de octubre de 2008

MI TESORO

Dicen que las fases del sueño son las siguientes: fase I (transición vigilia al sueño), fase II (aparecen los llamados husos del sueño), la fase III (delta o profundo). En mi caso las fases son las siguientes: fase I: cena. Fase II: sofá y husos del sofá tipo rascoteo, en esta fase se produce una primera desconexión del mundanal ruido. Hay intentos por parte del consciente de retomar el control, pero suelen ser tristemente fallidos. Fase III: ha terminado el capítulo, ¡ a la cama !. Hay un breve retorno a la consciencia, no siempre suficiente, lo que provoca tropezones y similares accidentes hogareños. Fase IV: contacto con las sábanas (previa revisión ocular de la prole). En esta fase hay un retorno más activo a la consciencia que en algunos casos redunda en abrazos que redundan en besos, que redundan en...Fase V: Apagamos las luces. Esta fase precede al intento de sueño profundo. Fase VI: algo nos despierta (pis, caca, bibe...), retornamos a la fase III. Una noche, en plena fase V, extendí mi brazo en busca de mi tesoro más preciado. Siempre lo hago a oscuras, conozco el territorio a la perfección. La lámpara, después el tacto suave de la madera nacarada del altavoz que hace las veces de mesita de noche, la cajita de plástico, el clic inconfundible al abrirla...¡ horror !. Estaba vacía. La sola idea de no tenerlos hizo que mi corazón se acelerara y vi pasar mi vida por delante de los ojos. ¿Dónde están?. Busqué el suelo, siempre a oscuras, y fui palpando y palpando, el libro, el despertador hasta que mis dedos dieron con su silicona. Sí, ya tenía uno. Faltaba el otro, seguí buscando por entre los cojines, por el suelo, hasta que por fin encontré el segundo tapón. Llegados a esa altura del día, mis tapones para dormir son el mayor de los tesoros, una noche sin ellos hubiera sido una eterna fase VI.

MICROS

La ganó porque pensó que jamás sería suya y la perdió cuando creyó que ya lo era para siempre.

He estado buscando una escena concreta de El dormilón, una de Woody, pero no la he encontrado, así que os dejo esta visión tan particular y divertida del infierno de Desmontando a Harry. La bajada en el ascensor es sublime, eschuchadla.

14 de octubre de 2008

GENEROSO LECTOR DESCONOCIDO


Trasteo a menudo en google, y me he encontrado con esto: http://www.blogdeldia.org/?page_id=74&cp=110. Es una página donde alguien ha recomendado mi blog. La verdad es que me ha dado un respingo el orgullo ¿quien ha sido el generoso lector?.

EL COÑO GRANDE DE RAJOY

Vaya hombre, para una vez que estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Rajoy, para una vez que estoy sin medias tintas con sus palabras, resulta que es que se ha equivocado, malditos micrófonos no cerrados, que son la enfermedad de la verdad para los políticos. Pues sí, Rajoy, estoy contigo, es un coñazo. Y un año más el día de la bestia con sus fastos y su rancio abolengo viene a romper nuestra tranquilidad. Que pensando en la crisis me había dado por fantasear que lo mismo, es un suponer, ya sabéis, en un alarde de imaginación y buena fe, el gobierno, atendiendo a las otras muchas necesidades del pueblo había decidido suspender el desfile y dedicar esos fondos y los recursos puestos en marcha en cuestiones relacionadas con la educación, donde la falta de fondos y de recursos es cada vez más alarmante. Pero claro, o yo no sé lo que es un gobierno de izquierdas, que es más que probable, algunas veces me da por pensar que vivo en una realidad ideológica paralela (y para lelos), o es que este no es un gobierno de izquierdas, lo que se dice de izquierdas, sino más bien uno de menos derecha. Y no digo que la izquierda no sea dada a los desfiles militares, madre mía, esas grandes avenidas de Moscú surcadas por tanques en la guerra fría. Pero no sé, puestos a fantasear, en democracia, donde la paz es el objetivo, la verdad es que ver tanques en mi ciudad, si no son de cerveza, me hace más bien poca ilusión. Y me parece muy bien que a la gente le guste, y se le erice la piel y se le salten las lágrimas cuando pasa la cabra de la legión. Están en su derecho ¡ que lo disfruten !. Pero es año tras año respetando sus gustos, ¿por qué no uno los nuestros?. Este año, en honor a todas las personas que odian los desfiles militares suspendemos la parada del 12 de Octubre, les esperamos el año que viene. ¡ Qué bonito es soñar !.
A todo esto, que nadie se lleve a engaño, esto no es la hispanidad...

MICROS

La empresas empiezan a echar a trabajadores, ya son casi tres millones de parados y se prevee otro millón y medio más, ¿qué te parece?. ¿Que qué me parece?, no me hables, no me hables de malas noticias que vengo con un cabreo, ¡ que a Casillas no le dan al final el balón de oro ! ¿te lo puedes creer?

Hoy voy a recomendar un espacio muy particular, porque es como mi casa, que cuando llueve se moja, como los demás... Se trata del rincón de una madre, con mayúsculas y con minúsculas, que decidió hara un año (más o menos, ¿no Elena?) ir dejando un anecdotario que es todo un lujo de la suerte de situaciones que llevan a nuestros pequeños a hacerse mayores en nuestro regazo. Se aprende, se ríe y se empatiza. Se es padre (o madre) en definitiva. Este es ese rincón, y Elena estrá encantada de veros por allí.

13 de octubre de 2008

LA ENFERMEDAD DE DIOS

Leí que alguien había escrito que alguien había dicho que el Alzheimer era la enfermedad de Dios. Y me pareció de lo más creíble, porque justificaría algunas cosas. Así me resultaría mucho menos engorroso creer en su existencia. Sí, sería creer en un Dios mucho más imperfecto, lo que creo va en contra de su propia idiosincrasia divina, pero de verdad que ayudaría a, en caso de existir, no guardarle un rencor eterno, que me hace antojar que el cielo debe de ser un lugar lleno de reclamantes. En vez de un lugar de descanso eterno me parece debe ser el de la eterna ventanilla de reclamaciones.
Imaginarme a Dios despistado, sin saber donde tiene la cabeza haría de la filosofía cristiana (y de cualquiera que sustente su existencia en la de un Dios sobrenatural que todo lo puede) mucho más cercana y creíble. Ya me lo imagino paseando por el esponjoso paraíso preguntándose quien es, porque siempre viste de blanco y porque no se ha afeitado en los último tres mil quinientos años. Los ángeles harían turnos para estar siempre uno a su lado. Señor, usted es el todo poderoso, el divino, Dios, y no debería olvidarse de escuchar las plegarias de sus siervos, que vamos con un retraso de siglos en las demandas. En la mesa. Pero, papá, ¿no te acuerdas de mí?, que soy tu hijo, el de la cruz. Ese despiste, siendo responsable como dicen que lo es, de todo lo que nos ocurre resultaría muy sensato, de otro modo no les quedaría a los creyentes, otra alternativa que pensar que su Dios les ha dejado de la mano del Idem. O tirar de fe, que es mucho más práctico.

MICROS

Era idéntico a su madre. Siempre lo habían dicho. Él, a los 35 años por fin se decidió a darles la razón con una certera operación de cambio de sexo.

Rubén torea con una camiseta roja a uno de sus muñecos. Ole, torito, ole. Los padres, extrañados, le pregunta donde ha escuchado eso de ole torito. "Mamá, ¿es que no te acuerdas?, en La Jana (pueblo de Castellón) en los carrefours (carafals)"

12 de octubre de 2008


Bueno, que sepas que esto lo hago por ti, porque somos muy amigos y porque te quiero mucho, pero no te imagines que le voy enseñando este tipo de cosas a todo el mundo. ¿Vale?. Vale, venga, vamos al lío. Bueno, lo más importante es que no te precipites. Ya sé que tú lo primero querrías irte por ahí abajo, pero tienes que tener paciencia, a las mujeres nos gusta ir por pasos, ¿eso lo tienes claro?. Sí, entendido. Bueno, los besos. Es una parte muy importante, tienes que excitarla con el beso…eso es, tierno al principio, muy bien, la lengua que no parezca una serpiente, ya habrá tiempo para eso…muy bien. No tengas miedo de tocarme, si el beso es lo suficientemente intenso no se dará cuenta de donde tienes las manos todavía. Acaricia con ternura pero con firmeza, si lo haces solo con los dedos que sea con el reverso, no con la puta. Nos gusta mucho que nos cojan la cabeza cuando nos besan, así, desde la barbilla hasta el cuello, sentir tus dedos en el pelo, fenomenal, ahora ve bajando al cuello, ¡ nada de chupetones ¡ que no somos ganado para marcar. La lengua, ahora sí, ahora sí que tienes que jugar con la lengua, lo estás haciendo muy bien, los labios, no te olvides de los labios. Ahora puedes ir pensando en desabotonar mi camisa. Pero no te lances al sujetador lo primero, a no ser que quieras demostrar que la pasión te está cegando, pero yo creo que para esta primera vez es mejor un exceso de ternura que un exceso de pasión. ¿Así?¿le gustará?. Sí, me está gustando, lo estás haciendo muy bien. Empieza por la piel que hay entre los pechos, sin miedo, estará entregada al juego, no temas rozar ni besar. Una cosa es no tener prisa y otra ser un timorato. No me saques la teta por encima del sujetador, eso para las películas porno. Acaricia por encima, sin ser brusco, así, mientras me besas en el cuello, tienes que apretar un poquito. Ahora podrías besarme otra vez. Mírame, hazme ver que estás excitado…muy bien…vas muy bien…la camisa…desabotona la camisa…ahora el sujetador…muy bien…quítamelo…no dejes de besarme…el cuello…el cuello…eso es…ahora los pechos…los dos…las manos…los labios…un poquito con los dientes…ábreme las piernas despacito y ponte sobre mí…aprieta su sexo contra el mío y muévete ligeramente…que sienta tu excitación…sí, estás excitado, eso es, lo estoy notando, un poquito más abajo, más despacio y más intenso…así, ahora, ahora lo tienes…ella seguro que se aferrará a ti como yo ahora, con los pies apretará tu culo, eso es bueno, muy bueno…ahora llega la parte más difícil. Ella te habrá desnudado probablemente y te besará y tal vez tenga algo de sexo oral contigo, así que tenemos que dar el paso definitivo, antes de la penetración. Has de quitarme los pantalones, con seguridad, eso es, que no note que eres un novato, después las braguitas, aprovecha para darme unos besos en la tripa. Mírala un poquito, si hay luz, que note que su desnudez te excita. Empieza por la cintura y con suavidad agarra su culo…eso es, no tan brusco, no quiero que le dejes marcas de los dedos…perfecto, ve acercándote a la cara interna de los muslos, la lengua, los labios, ahora la mano podría acariciar muy suavecito el sexo…si está húmedo todo va sobre ruedas. Está húmedo. Genial, entonces humedece tu lengua y comienza a besarme, pero antes abre un poquito los labios, eso es…la lengua entera, de abajo arriba, de abajo arriba. Del clítoris nos vamos a olvidar de momento, muérdeme los labios con los tuyos…eso es…fenomenal…muy bien…ahora introduce un poquito la lengua y sin que me de cuenta humedécete un dedo. Eso es, ahora sí que podemos buscar el clítoris, más arriba, esa parte rugosa y más dura, como un pequeño saliente…ahí, ahora, otra vez de arriba abajo, pero más suavecito, ya no tan intenso, algo más deprisa. El dedo, mételo con mucho cuidado, si no hay la excitación suficiente será molesto, muy bien, un par de veces hasta adentro del todo, eso es, ella moverá el culo así, para arriba, porque le estará gustando…ahora dale la vuelta, eso es, haz como la forma de un garfio, ¿notas esa pared más rugosa? Aprieta ahí un poquito más, y sigue con el clítoris…eso es…aprieta…chupa…aprieta más…chupa…¿Así?¿lo estoy haciendo bien?...calla, no pares, no hables, no pares y sigue…sigue…sigue.

11 de octubre de 2008


Restos de un naufragio

Prendidos al azote de las olas
Los sueños malogrados vagan rotos,
Camino del abismo en la resaca.
Jirones de un abrazo nunca dado,
Tendidos en la arena del destiempo,
Al sol se van secando reprimidos,
Al tiempo que los besos, como un yermo,
Se agrietan de salitre entre los labios.
En un arcón, cerrado a cal y llanto,
La ropa sigue intacta y bien planchada:
No hay sábanas manchadas por el goce
Ni restos de carmín en los pijamas.
Todo es silencio: están acostumbrados,
Los despojos, a ser boca sin lengua
En sus lamentos. Ansia el mar, devora
Añicos de cristal de una botella,
Morada de un mensaje, sin destino,
Helado de intemperie entre las algas.
Ahogado, el porvenir, hinchado y lívido,
Engullen las gaviotas sus pupilas,
En tanto que el ocaso va cayendo
Y allá, junto a las rocas, destrozada,
Se opaca bajo un cielo sin estrellas,
Pudriéndose de ausencias la esperanza.

10 de octubre de 2008

ARREBATO NOSTÁLGICO


Últimamente me acuesto los jueves de la misma guisa, con un arrebato (alcantarero, por más señas) de nostalgia. Donde la pantalla me muestra a Carlitos Alcántara, yo veo a Larrey jugueteando por el descampado en busca de una piedra con forma de corazón. Y me entra la nostalgia del patio lleno de peonzas, o de cromos, ¡ dichoso Ochotorena !. De los Yoyós, del bote botero, de la primera vez que tomé por la mano a una niña y del primer sujetador, que se hizo el remolón. Y me acuerdo de Batusi y sus eternas zapatillas Zemog, y del Spectrum 16k, de las eternas batallas de clics, de las naves de tente, de la bicicleta California X2 con la que llegué a conocer la Casa de Campo como si fuera la mía, de los bocadillos de chorizo con mantequilla, de las eternas tardes de verano, del enorme árbol de la acequia, de la escopeta de perdigones, de la feria sin bacalao, de los partidos de quince contra quince, de cuando descubrimos que el baloncesto también era un deporte, del primer suspenso, en inglés, maldito inglés, del profesor de gimnasia que nunca la hizo, de los amigos para siempre que he ido olvidando, de Fer, Arribas, de Toni esperando en el murete frente a la puerta del insti, del bocadillo del recreo, de mi amigo David que jamás podrá leerme, de las excursiones cantando, de las que ya volvimos borrachos, de las fiestas del instituto donde ligar era el único objetivo, de la primera vez que llevé a mis compañeros de clase a una huelga, de creer en las utopías, de idolatrar al Ché, de saberme algún himno, hasta de creérmelo, de los goles del Buitre en Queretaro, de la piscina para todo el día con bocadillo y lata de cocacola, del pueblo de los colegas, de los colegas en el mío, de la primera carrera que perdí, del gol que nunca marqué, del día en el que me crucé con la morena que me cambió la vida...
En fin, que los jueves me acuerdo de que me he hecho mayor y eso me hace dormirme con un nudo en la garganta. Pero, como diría aquel, ¡ que me quiten lo vivido !.

MICROS


- Anda, Gallardón va a prohibir los hombres anuncio.
- No me jodas, ¿va a llevar a la cárcel a los futbolistas?